Una mujer muy polifacética
Aunque ella puede que sea la cara más visible del grupo, lo cierto es que el verdadero artífice de la banda fue ni más ni menos que su hermano. Eric Stefani era el teclista, mientras que por aquel entonces Gwen solo hacía los coros de manera esporádica. No obstante, después de que se suicidara el hasta entonces vocalista de No Doubt, Stefani le propuso a su hermana ser integrante de la banda y asumir el papel de convertirse en la voz principal. Por aquella época ella estaba metida de lleno en disfrutar de su experiencia en la Universidad, pero el éxito de 'Tragic Kingdom', su segundo disco, se tradujo en una gira de dos años que obligó a la cantante a dejar aparcados sus estudios.
Si algo ha caracterizado a No Doubt han sido las constantes entradas y salidas de sus miembros a lo largo de sus más de dos décadas de existencia. Paradójicamente, el hermano de Gwen Stefani terminaría por abandonar el grupo que él mismo formó para convertirse en dibujante de 'Los Simpson', mientras que su hermana seguiría siendo el referente del mismo con el paso de los años. Tras el éxito cosechado, en 2004 la cantante comunicaba a la banda su intención de hacer un alto en el camino para poder explotar su faceta como solista que se saldó con cuatro álbumes y numerosas nominaciones y reconocimientos a su trabajo.
Un matrimonio complicado
La primera relación que públicamente se le conoció fue precisamente con su compañero y bajista de la banda, Tony Kanal. En un primer momento, él no quería dar un paso adelante en su romance, ya que el hermano de Gwen Stefani todavía estaba en la banda, pero finalmente en 1992 decidieron hacer oficial su relación. Sin embargo, lo suyo no duró mucho, ya que se desconoce si ya habían roto o fue el inicio de su romance con Gavin Rossdale, vocalista del grupo Bush, el detonante de su ruptura.
Sea como fuere Rossdale y Stefani demostraron que lo suyo iba en serio y en 2002 terminaron pasando por el altar mediante dos ceremonias: la primera celebrada en la más estricta intimidad en Londres y la segunda solo unas semanas más tarde celebrada en Los Ángeles. Sin embargo, cuando parecía que ambos atravesaban su mejor momento personal, la noticia de que Rossdale tenía una hija secreta fruto de una relación anterior cayó como un jarro de agua fría en la pareja. La propia Gwen Stefani reconoció que esto había hecho mella en su matrimonio, pero ambos lo superaron y solo un año más tarde la cantante anunciaba durante un concierto que estaban esperando su primer hijo.
El pequeño, que nació en 2006, apenas dos años después se convertiría en el hermano mayor de Zuma Nesta, el segundo vástago de la pareja. Ahora bien, en 2014 Gwen Stefani sorprendía a todos sus fans con la noticia de que estaba embarazada por tercera vez, en esta ocasión de un niño al que llamaron Apollo. Con este nacimiento, lo que nadie se esperaba era el anuncio de divorcio que la pareja hizo solo un año más tarde y que tan duro fue para Stefani.
Y es que, su marido le había sido infiel en repetidas ocasiones con la niñera de sus tres hijos durante los últimos tres años que trabajó para ellos, lo que en palabras de la cantante fue un "auténtico infierno". Con ello se desvanecía la idílica imagen familiar con la que siempre había soñado la vocalista de No Doubt: "Todo lo que quería en mi vida era tener hijos y casarme, tal y como lo hicieron mis padres". Inmediatamente la ya expareja firmó el divorcio, dejando así atrás una de las etapas más complicadas de su vida y que mayor shock provocó en el panorama de sociedad estadounidense.
Ha recuperado la sonrisa
Afortunadamente, el destino le tenía guardada una sorpresa a Gwen Stefani, o más bien lo hacía su trabajo como coach en la versión estadounidense de 'La Voz'. En pleno proceso de separación, allí coincidió con otro conocido cantante del país, Blake Shelton, quien también estaba atravesando uno de sus momentos más difíciles, ya que se estaba separando de la que había sido su mujer, la también cantante Miranda Lambert. Lo cierto es que la cantante de No Doubt solo estuvo una temporada en el talent, pero suficiente para recuperar con la estrella del country la sonrisa que había perdido desde que descubrió la infidelidad de Rossdale.
Desde entonces, Blake Shelton y Gwen Stefani son la viva imagen del amor y la felicidad. No hay fecha señalada que no se feliciten públicamente con tiernos mensajes a través de las redes sociales, e incluso la pareja podría estar pensando en pasar por el altar y tener un hijo en común, algo que solo el tiempo confirmará.
Un icono de estilo
Arriesgada y amante de los looks un tanto extravagantes, Gwen Stefani se convirtió en un auténtico referente de la moda en la década de los noventa. Sus indumentarias rockeras, en las que el cuero, las plataformas y las cadenas no faltaban, marcaron a toda una legión de seguidores que también cayeron en las redes del animal print, de la misma forma que lo haría la vocalista de No Doubt.