David Bisbal está viviendo un gran momento profesional y como colofón a un año apoteósico en su vida ha puesto fin a su gira Me siento vivo en el Wizink Center de Madrid. Nadie quería perderse este último concierto en el que el artista almeriense se ha vuelto a dejar el alma una vez más. Ha habido momentos para darlo todo, para emocionarse, para disfrutar pero, de lo que no ha habido tiempo, como bien avisó él, ha sido de un descansito.
Ya anunciaba al arranque del concierto que iba a ser frenético, que no iba a haber tiempo de nada porque eran todo canciones las que iban a inundar el Wizink y dicho y hecho. David Bisbal abrió la noche con uno de sus nuevos temas, 'Ajedrez', que la gente ya se sabe igual o más que cualquiera de sus clásicos. Rápidamente se ha lanzado a sus temas más míticos siguiendo con 'Torre de Babel', haciendo que todo el público se encendiera como una llama.
Como no podía ser de otra manera, ha habido canciones de todos los discos, de todos los tiempos, porque además hay que recordar que venimos de la celebración de sus 20 años de carrera. 'Con el bum bum bum de mi corazón...' cantábamos todos los allí presentes a voz en grito en medio de la emoción y la exaltación por estar viendo al almeriense dándolo todo por su público, una vez más.
Tampoco faltó el momento romántico y tierno de la noche, pues David Bisbal deleitó con 'Mi princesa' a todos sus fans, después de dedicarle esta canción a su hija Ella, pues la compuso para ella. Le siguió la canción 'Me siento vivo', un tema dedicado expresamente a su familia, sobre todo a su mujer Rosanna Zanetti, que estaba en el Wizink apoyando a su marido en un día tan especial. A Bisbal le faltaba 'Ruido' y se lanzó a este tema tan emblemático.
Un cierre colosal
Bisbal siempre ha llevado por bandera todo lo que le ha traído hasta el día de hoy y ha querido devolver a la actualidad una ristra de baladas clásicas de sus antiguos discos que todavía recordamos. Evidentemente, ahí estaba 'Dígale', una canción que no pasa de moda y que sigue siendo la canción de desamor por excelencia. ¡Qué voz demuestra tener a cada instante el artista!
Tampoco faltaron las colaboraciones -que no son pocas- pero sin la visita de ninguno de sus compañeros. Bisbal decidió hacer un medley con todas ellas poniendo a bailar a todos los que estábamos disfrutando del concierto. Y llegamos al final, no sin antes quedarnos sin aliento con las canciones que han marcado a toda una generación. 'Corazón latino', 'Bulería' y, por último, cuando ya no nos quedaba más fuerza ni emoción, 'Ave María', dándonos un chute de nostalgia infinita con las imágenes de su videoclip en los pantallones. David Bisbal es un grande y lo demuestra a cada instante.