Los Grammy han dejado momentos icónicos para la memoria de todos los asistentes. A parte de la entrega de galardones, la alfombra roja y los modelitos que llevan todos los asistentes, uno de los platos más fuertes que tiene este evento son las actuaciones. En la quincuagésima novena gala de la academia de la música cantantes como Beyoncé, Adele, Bruno Mars, Lady Gaga y Katy Perry han decidido tomar el escenario, cantar sus últimos éxitos y dejar a todos los asistentes sin habla.
La primera en hacerse con el micrófono fue la real ganadora de la noche, Adele. La británica abrió la ceremonia cantando su canción 'Hello' que ya se ha convertido en todo un himno. En comparación con el año pasado, la artista brilló y entonó cada nota emocionando a más de uno. Parece ser que Adele ya ha conseguido quitarse la espina que tenía clavada al no poder triunfar en la gala pasada como ella esperaba. Por desgracia, la artista volvió a meter la pata por segunda vez y es que después de cantar su sencillo, realizó un homenaje a George Michael. La intérprete quiso entonar unas notas mientras se proyectaba un vídeo del desaparecido en una pantalla a sus espaldas. De repente, Adele se confundió y pidió disculpas al público y a Ken Ehrlich, organizador del show.
Otra de las impactantes actuaciones que tuvo algún que otro contratiempo técnico fue el dueto compuesto por Metallica y Lady Gaga. Los artistas subieron al escenario para cantar 'Moth Into Flame', el segundo single del álbum de la banda de heavy metal. Nada más comenzar, el micrófono de James Hetfield sufrió un problema de sonido que rápidamente fue solucionado. Lady Gaga se comportó en el escenario de la manera a la que tiene acostumbrados a sus seguidores. La cantante bailó, cantó, se desmelenó y hasta saltó al foso donde estaba el público. Un espectáculo que consiguió sacar la vena heavy de toda la audiencia.
Como siempre, Beyoncé se apoderó del escenario. Con un vídeo de más de dos minutos, la cantante presentó su llegada al escenario. En este material audiovisual, la mujer de Jay Z aparecía desnuda y finalmente se reunía con su hija pequeña Blue Ivy y su madre. Poco a poco el vídeo fue desapareciendo y la artista se fue reuniendo con su equipo de baile. Una espectacular puesta en escena en la que Beyoncé deslumbró literalmente con un vestido bañado en oro. Además, la cantante eligió esta ocasión para presentar en sociedad su abultada barriga de embarazada.
Animación y mucho ritmo
Bruno Mars fue el encargado de animar el espectáculo de una manera brillante y sorprendente. El cantante interpretó junto a su banda Hooligans su sencillo 'That's What I Like'. Con un chandal de color azul eléctrico y unas deportivas blancas el joven de 31 años consiguió una de las pocas cosas que se consiguieron en la gala, levantar a todo el público de sus asientos y hacerlos bailar al son de los ritmos de su canción. Además, Bruno Mars participó dos veces en los Premios Grammy 2017 ya que también se apoderó del escenario al realizar un tributo al desaparecido Prince. Ataviado como el fallecido artista, Bruno Mars se pintó los ojos, vistió una americana con lentejuelas moradas y tocó la guitarra como solo él sabe hacerlo. 'Let's Go Crazy' hizo temblar a todo el auditorio y consiguió despuntar la capacidad vocal del artista.
Otra colaboración de artistas fue la encargada de arrancar una ovación al público asistente. The Weeknd y el dúo Daft Punk interpretaron sus dos nuevos trabajos 'Starboy' y 'I Feel It Coming'. El cantante trabajó las notas de su voz sobre los sonidos electrónicos de los otros dos artistas. La encargada de dar paso a esta actuación Paris Jackson, la hija del fallecido Michael Jackson. Alicia Keys también decidió participar en esta gala junto a su compañera Maren Morris. Las dos cantantes interpretaron el sencillo 'Once'.
Regreso a la industria
Dos de los artistas que han reaparecido en los últimos días en el panorama musical también decidieron utilizar esta especial ocasión para promocionar sus trabajos. Ed Sheeran interpretó su exitoso single 'Shape of You'. Con su guitarra y un atuendo muy discreto, el cantante emocionó a todo el público y arrancó una gran ovación a los difíciles críticos que se encontraban en el estadio.
Katy Perry fue la última en actuar y la espera mereció la pena. La cantante interpretó su nuevo single 'Chained to the Rhythm' junto al cantante de reggae Skip Marley. La artista escogió un traje de color blanco con las solapas en color negro. Además, el final de la actuación tuvo un mensaje reivindicativo corto pero contundente. "No al odio" sentenció Katy Perry .