El pasado miércoles por la noche, falleció la cantante francesa Barbara Weldens con tan solo 35 años. La intérprete de 'Purple Room' participaba en el festival de Léo Ferré celebrado en la iglesia Notre-Dame des Cordeliers de Gourdon (Francia). A media noche, se desplomó en el escenario probablemente electrocutada.
En ese momento en la región de Mediodía-Pirineos se desataba una fuerte tormenta eléctrica por lo que las autoridades suponen que la artista murió por una descarga eléctrica. Los equipos de asistencia hicieron todo lo que pudieron por intentar reanimarla, sin embargo, no tuvieron éxito. La policía ha abierto una investigación para determinar las causas de su muerte, según ha anunciado el fiscal.
Weldens era una joven promesa de la música francesa. Tras muchos años dedicándose al circo, donde se formó en malabares, acrobacias y trapecio. En 2016 obtuvo el primer premio del Festival de Jóvenes Talentos Jacques Brel y también obtuvo el Premio Revelación de la Academia Charles Cros. El 3 de febrero de 2017 lanzó su primer álbum de estudio, 'Le Grand H de l'homme'.
Casos similares
La de Groudon no ha sido la primera en sufrir este tipo de accidentes mientras actuaba. Adrián Rodriguez, bajista de la banda rock Raras Bestias corrió la misma suerte durante un concierto en un local en El Centro de Rosario. El músico intentó arreglar el micrófono de uno de los cantantes y al tocar el cable recibió una descarga eléctrica que le produjo la muerte instantáneamente. Leónidas Atilio, el cantante de la banda León Rústico murió en 2015 electrocutado durante un recital en el pub Bendito Bar en Ituzaingó Sur, Argentina.
