Tan grande es la cifra que acompaña al cartel de 'Se vende' que incluso se atreve a septuplicar el valor por la que fue comprada tiempo atrás. De esta forma, la intérprete de 'Arrasando' y Mottola han decidido desprenderse de uno de sus bienes más preciados para dar con la persona afortunada -y, por supuesto, adinerada- que se encarga de desembolsar la escalofriante riqueza de 18,5 millones de dólares. Sí, más de 15 millones de euros más que su precio de compra. Y este elevado incremento de valor se sustenta, como no, en todos y cada uno de los cambios y remodelaciones que el matrimonio se ha encargado de llevar a cabo en este magnífico hogar.
Retoques que, con el paso del tiempo, le han ido sumando valor e interés a cada uno de los rincones que la forman y que ahora esperan, con anhelo, ser disfrutados por sus nuevos y ricos inquilinos. Al menos, de la misma forma que lo hicieron esta pareja de celebrities durante todos los años que allí vivieron, dedicando a cada parte de la casa una importancia suprema. De ahí que este edificio georgiano de cuatro pisos guarde, entre sus muros, auténticos espacios dedicados a sus vidas y rutinas personales. Lugares en los que perderse y disfrutar de sus más placenteros deseos.
No obstante, hay que reconocer que la propiedad, instalada en un terreno de 5.7 acres, es una de las más completas e impresionantes que jamás hemos visto. Y es que, si creíamos que Cristiano Ronaldo era el único ser humano capaz de sorprendernos en la Tierra, la exuberante Thalía parece haber aterrizado con ganas de desmentir y romper el que parecía ser un dicho irrefutable. Para empezar, no solo nos sorprenden las dimensiones que esta vivienda puede abarcar tanto en su interior como en su exterior, sino todas aquellas estancias que conforman cada uno de los pisos de esta esplendorosa mansión.
Por un lado, con sus 9 habitaciones y sus 14 baños y, por otra parte, con los pequeños guiños que hace a cada uno de los gustos y profesiones de la pareja. Así, resulta que para Thalia y Mottola era de vital importante disponer en su propiedad de cosas tan 'simples' y 'sencillas' -nótese la ironía- como un estudio de grabación -en el que posiblemente hayan nacido algunos de los éxitos mundiales de la cantante-, un gimnasio, zonas ajardinadas perfectamente cuidadas, una piscina, una terraza con cocina disponible al aire libre y una chimenea, una sala de juegos, una cocina interna en la que bien se podrían practicar bailes de salón -de no se por la increíble isla que se instala en medio de la estancia-...
La compra-venta: una 'pasión' para Mottola
Aunque, sin ninguna duda, lo que más nos ha llamado la atención han sido los rincones "secretos" en los que la cantante ha debido perderse y distraerse del mundo exterior. Esos lugares de casa donde parece no importar nada y que ayudan a despertar ese 'yo' interior. Pues bien, aunque no lo sabemos de primera mano, estamos muy seguros de que, para Thalía, los rincones preferidos de la casa eran tanto su inmenso vestidor -su marido también dispone de uno- y su espléndido salón de belleza y masajes, el cual se encargó de instalar Mottola para el disfrute de su guapa mujer.
Un verdadero detalle que, además, queda conectado en el interior de la casa a través de una sencilla y elegante escalera de caracol. Seguro que han sido muchos los momentos y las horas que la cantante de 'Desde esa noche' ha dedico a estos dos increíble espacios de la casa. Asimismo, tampoco se nos puede pasar por alto destacar la galería que el matrimonio tiene reservada para aguardar una importante colección de arte, en la que incluso se pueden encontrar obras de Andy Warhol. Y así, con todas estas particularidades añadidas-que no son pocas-... ¿quién no se imaginaba que el valor de dicha mansión fuera a incrementar? ¡Y con toda la razón del mundo!
Porque aunque desconozcamos la imagen original de la vivienda, hay que reconocer que su valor en el mercado, sí o sí, ha crecido. Ya no solo por cada uno de sus cambios, sino también por aquellos que han habitado y aprovechado sus estancias durante siete años. Un hogar donde cada detalle se cuida con las más sutil delicadeza y que incluso cuenta con un ascensor para poder acceder perfectamente a cada uno de sus cuatro pisos. Una pena, dirán muchos, deshacerse de esta increíble belleza inmobiliaria, aunque para Thalía y Mottola eso de las mudanzas parece ser ya, más que un hecho puntual, una rutina familiar.
Y es que se trata de nada más y nada menos que la catorceava vivienda que el exejutivo compra y, tiempo más tarde, lanza al mercado, ahora bajo el poder de la agencia inmobiliaria Douglas Elliman. Uno de los negocios por los que ya ha asegurado sentirse completamente atraído: "Es realmente una de mis pasiones. Todo viene por mi madre. Nos cambiamos de casa 12 veces cuando era niño. Esto está en mi ADN", aseguraba el empresario a The Wall Street Journal. Y quien sabe... igual dentro de unos años, alguno de sus dos hijos -nacidos de su matrimonio con la cantante- decide seguir también sus pasos empresariales... Todo está por ver.