Cuando Taylor Swift comenzó en el mundo de la música corría el año 2004. Entonces, la artista apenas tenía 15 años, por lo que, lógicamente, su imagen era mucho más aniñada con una estética en la que predominaban los vestidos baby doll, una larga melena rizada, su inseparable guitarra y las botas de cowgirl. Con estos looks pudimos ver a la artista a finales de los años dos mil, época en la que publicó los álbumes 'Taylor Swift' (2006) y 'Fearless' (2008), así como en 'Speak now' (2010).
A medida que avanzaba la presente década, Taylor Swift fue desmarcándose poco a poco de su imagen más dulce y romántica con la que se convirtió en toda una revelación de la música country. Comenzando por su pelo, los largos tirabuzones rubios dieron paso a una melena ondulada un par de tonos más oscura, pero el cambio definitivo comenzó a gestarse en el año 2012, cuando la cantante lanzó 'Red', su cuarto disco, en el que apareció con una imagen totalmente renovada.
Cada vez más lejos del estilo musical de sus inicios, su vestuario también fue reflejando estos cambios de manera paralela y en esta época, en la que Swift comenzó a llevar el flequillo recto que tanto le ha caracterizado, la cantante optó a su vez por una estética más retro y naif a la hora de vestir. De hecho, sus trajes de baño solían ser de talle alto, así como sus faldas vintage, lo que convirtió su ombligo en todo un misterio.
Pero la transformación definitiva llegó hace un par de años, cuando Taylor Swift cambió de look radicalmente al cortarse el pelo. Desde entonces, la artista ha llevado una media melena en rubio ceniza a juego con looks más arriesgados y llamativos como buena reina del pop en la que ha terminado convirtiéndose con '1989', su último disco, que lleva por título el año de su nacimiento y cuyo éxito celebró compartiendo una imagen de su preadolescencia que evidencia lo mucho que ha cambiado físicamente desde entonces.
Taylor Swift sorprendió con su melena midi rubio platino
Este año, la cantante ha llevado el pelo más corto que nunca antes, pero, sin lugar a dudas, su cambio de look más radical se produjo el pasado mes de abril, cuando la artista estadounidense sorprendió a todo el mundo al reaparecer teñida de rubio platino y con una apariencia mucho más extrema e irreverente. Aunque actualmente el color de su pelo no es tan intenso como entonces, Taylor Swift sigue luciendo una corta melena bob con flequillo en un rubio muy claro que nada tiene que ver con los largos tirabuzones que lucía hace años, al igual que sucede con su ropa y sus canciones. El tiempo dirá cómo sigue evolucionando la estética de la cantante, de 26 años, en los próximos años.