El pasado viernes 13 de abril daba lugar el inicio de la edición de 2018 del famoso festival de música Coachella en el que, además de artistas, también es el evento en el que se reúnen más personajes famosos por metro cuadrado: modelos, actores, actrices, cantantes, influencers... nadie quiere perderse esta gran fiesta.
Pero mas allá de de los looks de las celebrities escogen para acudir a cada uno de los días de la celebración, lo que ocurre sobre el escenario (elemento principal del festival) tampoco se queda atrás en espectacularidad y en acaparar titulares. Este año 2018 tres artistas eran los cabeza de cartel de cada unos de los días: The Weeknd el viernes 13 y 20, Beyoncé el sábado 14 y 21; y Eminen el domingo 15 y 22 (ya que se celebra dos fines de semana consecutivos).
Pero sin duda la presencia de Beyoncé ya estaba haciendo historia incluso antes de celebrarse, ya que es la primera mujer negra en encabezar el cartel de festival de Indio, California. Esto ya ocurrió el año pasado ya que, al principio, la cantante fue confirmada para actuar también durante la edición de 2017 pero finalmente tuvo que cancelar su asistencia al evento por haberse quedado embarazada.
Pero, pese a ser con un año de retraso, la espera mereció la pena para todos los allí presentes. La actuación de la estadounidense fue un puro espectáculo digno de un descanso de la Super Bowl. Vestida con una capa de Balmain al más puro estilo egipcio dio inicio a su actuación: "¿Estáis listos, Coachella?", preguntó. Rápidamente volvió a aparecer sobre el escenario, esta vez con un atuendo mucho más liviano para poder bailar como ella hace siempre. Empezó descendiendo desde lo alto de una especie de pirámide en la que se encontraba un cuerpo de baile y toda la orquesta, sumando más de 100 personas. Nada más llegar a la parte baja comenzó a sonar la música. La primera canción fue su single debut en solitario ' Crazy in Love ' continuando con 'Freedom', 'Formation' y 'Sorry'.
Pero esto no se quedó aquí. Después de interpretar 'Bow Down / I Been On', Beyoncé se subió a una grúa que se desplazó sobre sus fans para cantar 'Drunk in Love'. Posteriormente regresó al escenario para la actuación de 'Diva', 'Flawless' y '7/11', las canciones más raperas de su repertorio. Después de este impresionante espectáculo, el DJ Kehaled pronunció las palabras mágicas a través de los altavoces: " Después de esta noche, Coachella tendrá que ser renombrada como Beychella ". Esto fue ovacionado por los allí presentes y, por supuesto, el hashtag #Beychella no tardó en volverse viral en todas las redes sociales.
Cuatro invitados especiales
Tras unos minutos de música instrumental de la orquesta que la acompañaba, Beyoncé regresó al escenario para continuar. En este set del concierto interpretó canciones como 'Don't Hurt Yourself', I Care', 'Partition', 'Yoncé' y su última colaboración 'Mi gente' junto a J Balvin y Willy William. A cotinuación sonó 'Baby Boy' y 'Check on It', una canción que la artista llevaba sin cantar cinco años.
A continuación tendría lugar la primera de las sorpresas de la noche. Apareció sobre el escenario el cantante y marido de la protagonista, Jay-Z, con el que interpretó la canción 'Déjà Vu', una colaboración que hicieron en el año 2006 y con la que también celebraron sobre el escenario sus diez años como matrimonio.
Aún no recuperados de este cameo, la artista quiso agradecer al festival que contasen con ella con todo lo que eso significaba: " Gracias por convertirme en la primer mujer negra en ser cabeza de cartel de Coachella ". Después de esto, empezaría a sonar la melodía de otro de sus grandes éxitos 'Run the World (Girls)' sin conocerse aún que esto traería consigo otro espectacular sorpresa. Jay-Z no sería el único invitado que pisaría el escenario durante el espectáculo. Kelly Rowland y Michelle Williams, las otras dos integrantes del que había sido el grupo de Beyoncé antes de empezar su carrera en solitario, Destiny's Child, aparecerían para interpretar los tres éxitos más conocidos del mencionado grupo: 'Lose My Breath', Say My Name' y 'Soldier'. Y ya, finalmente, la última aparición de la noche, la de Solange Knowles, la hermana de la artista. Juntas cantaron y bailaron el tema 'Get Me Bodied'.
Beyoncé no quiso desaprovechar este gran momento y clausuró por todo lo alto su gran actuación. Para ello hizo que todo el mundo pusiese en alto sus manos para dar comienzo a los dos últimos temas de la setlist: ' Single Ladies (Put a ring on It) ' y ' Love on Top '.
Tras 26 canciones y más de dos horas de espectáculo, el concierto llegó a su fin, pero la cantante no quiso despedirse sin antes agradecer todo lo que significaba para ella ese gran momento: "Estoy muy feliz de estar aquí. Se suponía que iba a actuar en el Coachella [en 2017] pero finalmente me quedé embarazada, ¡gracias a Dios! Por ello he tenido tiempo para sonar y soñar y soñar con dos almas en mi barriga... Gracias chicos por compartir esto conmigo. Espero que hayais disfrutado del show ".