Aunque muchas veces el tiempo no es un factor importante y es igual de posible conectar al 100% con una persona que no has conocido hace mucho, lo cierto es que no hay un vínculo igual de fuerte que el que se forma con los amigos de toda la vida. Los del colegio, los del instituto, los del barrio... Dicen que una amistad se vuelve eterna cuando supera los siete años de antigüedad, y es que nada une más que crecer junto a tus colegas, ver cómo cambian, cómo cumplen sus metas, apoyándolos en los malos momentos y disfrutando con ellos de los buenos.
Una conexión así es la que tienen los actores Úrsula Corberó y Álvaro Cervantes. Los dos se conocieron cuando solo eran unos adolescentes y estudiaban el Bachillerato de Artes en la Escola Pia Nostra Senyora de Barcelona. Entre las paredes de aquel centro hicieron muy buenas amigas y, por lo que cuentan, ambos conectaron desde el principio. "Yo era muy modosito y la única vez que me cambiaba de mi sitio era para sentarme con Úrsula", confesó el actor durante una visita en 'El hormiguero'. Ahora, más de una década después, los dos siguen manteniendo una hermosa amistad y han podido ver cómo el uno y el otro han alcanzado el éxito y la fama.
Un destino común: el estrellato
Su primer trabajo juntos
Ese día llegó en 2017, de la mano del célebre Julio Medem. El cineasta tenía entre manos 'El árbol de la sangre', un thriller dramático cuya protagonista tenía claro que sería Úrsula Corberó. Sin embargo, le faltaba un actor que encarnara el papel masculino de la cinta y la catalana no dudó en recomendarle a su "amigo del alma", como ella misma lo llama. "Yo tenía muchas ganas de trabajar con Álvaro desde hace tiempo", apuntó la actriz durante una entrevista con eCartelera. Así, después de hacer una prueba de más de tres hora, Cervantes fue seleccionado y los dos se embarcaron juntos en este nuevo y emocionante proyecto.
Como no podía ser de otra forma, para ellos fue especialmente sencillo trabajar en mutua compañía bajo las órdenes de Medem, y es que con un amigo todo se vuelve mucho más fácil. Los amigos quedaban para ensayar en casa de Corberó y, durante el rodaje, compartieron habitación más de una noche para seguir trabajando en los personajes. La confianza que tenían se convirtió en su mejor aliada a la hora de llevar a cabo las escenas más íntimas e intensas, y los dos han sabido cómo transmitir esa familiaridad a los espectadores de la película. "Trabajar con Úrsula ha sido como estar en casa, ha sido muy mágico y especial", reconocía Cervantes ante uno de los redactores de Bekia.
Amigos... ¿Con derecho a roce?
A veces, cuando la amistad es tan intensa y la complicidad entre dos personas se evidencia, los sentimientos pueden llegar a confundirse e ir más allá del cariño. Ambos son muy guapos y se conocieron durante el instituto, dos factores que hacen que todo el mundo se pregunte: "¿habrán tenido algo estos dos?" Lo cierto es que entre ellos parece haber algún tipo de tensión sexual no resuelta y ninguno oculta que durante su adolescencia llegaron a sentir algo más que amistad el uno por el otro. Era una época en las que sus emociones estaban a flor de piel, pero tanto Corberó como Cervantes aseguraron durante su visita en 'El hormiguero' que lo único que hubo entre ellos fue un beso que se dieron para grabar un corto de clase. Sin más, o eso dicen ellos.
Lo que sí es seguro es que este par de colegas ha vivido experiencias inolvidables que siempre guardarán en su memoria, como cuando fueron a una playa nudista de Sitges cuando eran mucho más jóvenes. "Íbamos con los bocadillos a pasar el día, pero nosotros no nos desnudamos, teníamos todavía pudor y nos quedábamos en las rocas", recordaron en el plató de Pablo Motos. Como esta, los dos tienen cientos de historias que contar y de seguro que todavía les quedan muchas por vivir, todavía más emocionantes e intensas que las anteriores, porque los buenos momentos con los amigos van mejorando con el paso de los años.