Su testimonio ha sido uno de los más duros hasta hoy conocidos. La joven se inició muy prematuramente en el cine, ya que a la edad de tres años ya acudía a castings. Su primer papel llegó de la mano de un grande, nada más y nada menos que del rey de la comedia, Robin Williams, con quién protagonizó 'Señora Doubtfire', donde interpretaba a la hija pequeña del cómico. Su cara entrañable y su talento para la actuación no pasaron inadvertidos, y a pesar de que el papel no tenía grandes líneas, la pequeña Wilson se había convertido en toda una estrella.
La niña de los ojos de Hollywood
Después del exitazo cosechado con la 'Señora Doubtfire', el teléfono de los Wilson no paró de sonar para reclamar a su hija. Finalmente, madre e hija decidían que la pequeña protagonizaría 'Milagro en la ciudad', el remake de la película homónima dirigido por Les Mayfield. En un primer momento ambas quedaron prendadas del guión del filme, pero durante el rodaje las cosas se fueron torciendo, la intérprete empezaba a conocer como funcionaba Hollywood de verdad. Al parecer, poco a poco el director fue introduciendo cambios en el guión que alejaban a la pequeña del papel inteligente y elocuente de un primer momento para pasar a ser una simple cara bonita. Finalmente, la cinta vio la luz con críticas muy dispares, aunque todas coincidían en que Mara Wilson era todo un filón.
La pubertad, el comienzo del rechazo
Durante un tiempo permaneció alejada de la industria, pero cuando conoció a Britt Allcroft la cosa cambio. Al parecer, la directora le recordó a una especie de abuela tierna, y no se pudo negar a participar en 'Thomas y el tren mágico'. Fue en esta película cuando todo cambió por completo. La artista rodó este filme con once años, en plena pubertad, y al cumplir los doce su cuerpo comenzó a cambiar. La actriz ya no era la dulce niña que la había hecho famosa y eso era algo que molestaba al equipo, al punto que un día esa 'abuela' tuvo que tener una conversación con ella: "Mara, cuando comenzamos a filmar todavía eras una niña, pero ahora creciste, tienes 12 años. Tu cuerpo ha cambiado, y nos dimos cuenta de esos cambios al revisar las tomas. Tal vez podrías usar un sostén deportivo". Nada más entrar en la habitación, la joven tenía toda una serie de sujetadores encima de la cama. "La pubertad había llegado y yo fui la última en enterarme", explica.
Después de 'Thomas y el tren mágico' el teléfono dejó de sonar. Su familia había cambiado, su cuerpo había cambiado y su carrera también. Otro de los episodios que narra con crudeza fue la hipersexualización que se hizo de ella. A muchos les hizo gracia ver como la tierna niña de 'Matilda' se iba convirtiendo en una mujer a pasos agigantados, por lo que comenzaron a proliferar montajes donde colocaban la cara de Wilson en cuerpos desnudos de mujer. Cuando esta vio las fotografías por Internet quedó completamente en shock. Aun era una niña de doce años que no estaba preparada para nada de lo que estaba pasando.
La actriz decidió alejarse por completo del mundo del cine y pasar la pubertad apartada de la gran pantalla. A sus 16 años se llenó de valentía para recuperar su carrera y volvió a presentarse a castings. Esta vez el problema no vendría por su sus cambios físicos, sino porque a partir de cierta edad eres invisible para la industria sino eres guapa y tienes un cuerpo 10. Así lo percibió en el casting de 'Catch that Kid' cuando el responsable del proceso la desechó en detrimento de Kristen Stewart, que destacaba más en belleza. Por lo menos en este proceso de selección fueron más sutiles que en uno para una serie de televisión, donde el director de casting le comentó que era perfecta para el papel de "amiga gorda".
Caer para levantarse después
Desde ese instante, Mara Wilson grabó un mensaje en su cabeza a sangre y fuego: "A los 13 lo que importa es ser guapa, tanto en el cine y la televisión como en la vida real". A raíz de este pensamiento y de todos los desencuentros que se sucedieron, la actriz padeció depresión y un desorden obsesivo compulsivo.
Afortunadamente, las cosas han cambiado para la que fuera Matilda. Alcanzada la madurez ha podido hacer frente a todos esos fantasmas del pasado. Lo ha hecho a través de la publicación de un libro autobiográfico 'Where Am I now?' '(¿Dónde estoy ahora?)', donde ha relatado todos estos episodios. Si bien, no todo es negativo en el libro, ya que en él también habla de su amor por la escritura y de sus otras dedicaciones, como el teatro o el doblaje. Y es que si ha podido desgranar una máxima lección de su historia es que la vida es un proceso de lucha continuo, en el que siempre hay que levantarse.