El tema del feminismo y de los presos políticos se ha colado en el certamen, que cuenta con la asistencia de menos celebridades que otras ediciones.
El Festival de Cine de Cannes continúa con su agenda de proyecciones, eventos y actividades rodeado de polémica. Después de la guerra contra Netflix por negarse a premiar películas que no se hayan exhibido en una sala de cine y de imponer unas medidas de seguridad que muchos han considerado exageradas (como prohibir los selfies en la alfombra roja), los reproches políticos y feministas se se suman a la lista de imprevistos con los que la organización del certamen no contaba. A pesar de que el jurado de la edición de 2018 cuenta con la mayor presencia femenina de la historia de la muestra, resulta bastante indignante que solo tres de las veintiuna películas nominadas para hacerse con la Palma de Oro estén dirigidas por mujeres. "Hay varias mujeres compitiendo, pero no están ahí por su género, están ahí por la calidad de su trabajo, ¿me gustaría ver a más mujeres en competencia? Absolutamente, ¿espero que eso suceda en el futuro? Lo espero", afirmó durante una rueda de prensa la actriz australiana Cate Blanchett, que preside el equipo de jueces de este año.
De hecho, la intérprete no pudo ocultar su frustración ante la desafortunada pregunta de uno de los periodistas, que se dirigió solo a "los cineastas" para cuestionarle la importancia de las películas en la actualidad. "Actrices, ¡no contestéis a esa pregunta porque no tenéis ni idea de cómo responderla!", exclamó con sarcasmo la de Melbourne. Durante esa misma conferencia, Blanchett se refirió a la polémica que gira en torno a la película rusa 'Leto', cuyo director, Kirill Serebrennikov, se encuentra bajo arresto doméstico acusado de malversación de fondos públicos. "No es un festival de cine político. Este no es el Premio Nobel de la Paz, es la Palma de Oro", declaró la australiana mientras continuaba asegurando que "todos los filmes serán juzgados sólo por sus méritos artísticos".Segunda alfombra roja
La 71ª edición del Festival de Cannes se está celebrando con una ausencia bastante importante de estrellas internacionales. Sharon Stone y Pharrel Williams ya confirmaron en su día que no acudirían al evento de la ciudad francesa, después de que Harvey Weinstein, organizador de las principales fiestas que se celebran en torno al certamen, fuera acusado de abusos sexuales. Además, algunas películas de primer nivel también se negaron a participar en el concurso, por miedo a que su candidatura pudiera costarles un premio aún más deseado: el Oscar. Es el caso de 'Ha nacido una estrella', cinta dirigida por Bradley Cooper y protagonizada por Lady Gaga, quienes han preferido quedarse al otro lado del charco este año. Dakota Johnson, que protagoniza uno de los films de terror más sonados del momento, el remake de 'Suspiria', también se suma a la lista de celebs que han preferido no tomar un avión para viajar hasta la costa gala.
De este modo, las alfombras rojas de este año están luciendo menos de la cuenta, pero se mantienen a flote gracias a la presencia de estrellas de la categoría de Kendall Jenner, que llegó al aeropuerto de Niza dos días después de que tuviera comienzo el festival para cumplir con su cita en la Met Gala el 7 de mayo, o Irina Shayk. La expareja de Cristiano Ronaldo se paseó por la red carpet con un voluptuoso vestido negro de Twinset, con escote en forma de V y bajo asimétrico: corto por delante y con una larga e impresionante cola por la parte de detrás. La modelo remató su especial outfit con joyas de Chopard: un colgante de esmeraldas en color verde que combinaba con los pendientes de pinza tan estilosos que llevaba. La cantante británica Tallia Storm también conquistó a todos los presentes con su acertado vestido de corte ajustado, con detalles transparentes y adornado con pedrerías y una basta cola. Pero, sin duda, lo que dejó a todo el mundo boquiabierto fueron los zapatos que eligió para combinar su atuendo: unos tacones negros con acabado en punta en cuya aguja se pueden distinguir las iniciales del diseñador, Yves Saint Laurent. Durante su segundo desfile, Julianne Moore optó por arriesgar poco y se colocó un vestido negro mucho más sencillo que los anteriores, con un solo tirante y de corte recto. El único foco de atención de su outfit se encontraba en su escote, con un collar con una gema azul incrustada que le colgaba del cuello.
Nieves Álvarez fue la representante española durante esta segunda alfombra roja del Festival de Cannes. La modelo puede presumir de ser una de las mejores vestidas de esta edición, exhibiendo figura con un prodigioso vestido negro con escote de palabra de honor y efecto corsé. Los flecos y los brillantes decoraban sutilmente esta pieza de Alberta Ferretti, que combinó con joyas de Bulgari: un anillo en su dedo anular izquierdo y un collar blanco con brillantes. Por otro lado, Penélope Cruz y Javier Bardem posaron junto a los otros compañeros de reparto en el photocall de la película que ambos protagonizan, 'Todos lo saben', dirigida por el dos veces ganador de un Premio Oscar Asghar Farhadi.