"En estos premios uno se siente de mil modos y uno de ellos es muy frágil", decía nada más subir sin poder contener las lágrimas: "En el maravilloso vídeo que acabáis de mostrar vi una imagen de mi madre diciendo que la llamara y es demasiado duro y demasiada emoción. Yo estaba muy seguro antes de subir pero al ver esa imagen me he venido absolutamente abajo", decía muy emocionado.
Tras esto, Almódovar pronunció un discurso muy personal y, a la vez, muy reivindicativo. "Mi madre ha impregnado e inspirado casi todas las películas que he hecho. Es difícil terminar con un capítulo que es la madre de uno", decía antes de recordar el resto de cosas de su vida que le han inspirado a lo largo de su carrera: "Yo era un niño raro en el pueblo, allí [en Madrid] seguía siéndolo, pero allí estaba acompañado de más niños raros como yo".
"También me ha marcado mucho haber tenido un primer novio adicto. Me inspiro mucho más de lo que había sufrido", y también le inspiró su educación católica: "La pésima educación en los Salesianos. Me convirtió en un analfabeto y en un ateo. Me inspiró, pero no mereció la pena el terror que viví esos 3 años". Una vida que ha marcado toda su filmografía. Y la seguirá marcando: "Los rodajes me quitan todos los dolores".
El mensaje por los sanitarios
Tras esto, el director aprovechó también para reivindicar un papel tan importante como el de los sanitarios: "A ver si este mensaje llega a la Puerta del Sol. La barbarie que se está cometiendo en la Comunidad en la que vivo... Entiendo que esta gala tiene otra prioridad, pero los problemas de salud de los españoles nos afectan a todos aunque algunos tengamos la posibilidad de acudir a una sanidad privada", decía levantando en aplausos a todos los allí presentes.