Antonio Resines y Silvia Abascal fueron anunciados para entregar uno de los Goyas de la noche, el que reconoce a la Mejor Actriz Revelación. Las nominadas eran Belén López por '15 años y un día', Olimpia Melinte, candidata por 'Caníbal', María Morales, por 'Todas las mujeres', y Natalia de Molina, que aspiraba por 'Vivir es fácil con los ojos cerrados'.
Un discurso reivindicativo
En su discurso se acordó del director, David Trueba, del equipo, y una de las más reivindicativas de la noche: "Muchísimas gracias. Gracias a la Academia por este premio, estoy muy nerviosa. Darle las gracias a David (Trueba) por hacer esta película y darme la oportunidad, y sobre todo darte las gracias por creer en mí en un momento en el que es muy difícil creer en nadie".
"A Javier Cámara, porque eres mi maestro, no pongas esa cara que eres mi maestro. A todo el equipo porque es de todos. A mi madre, que la tengo ahí, a mis hermanas, a mi padre. Este momento es vuestro", ha proseguido Natalia de Molina.
"También quería dedicárselo a todos los maestros que he tenido en mi vida, me han enseñado a ser libre y a tener criterio. Para terminar quería rescatar una frase de Belén, "yo no quiero que nadie decida por mí". Yo lo repito. Nos lo quitarán todo, pero no nuestra capacidad de hacer los sueños realidad.