El Festival de Cannes es un escaparate de lujo y glamour en el que cada año se presenta un buen puñado de buenas películas, y otras no tan buenas. Durante los días que dura es habitual ver a numerosas caras conocidas, que vengan a presentar cinta o no, pasean por las alfombras rojas de los estrenos y las fiestas posteriores.
Después de su bonita boda y de su maravillosa y romántica luna de miel en México y Brasil, el ya matrimonio decidió volar a la Costa Azul para reaparecer en medio del glamour de uno de los festivales cinematográficos más importantes del mundo.
Ian Somerhalder se portó como todo un caballero al más puro estilo Antonio Banderas, y se desvivió por su esposa, que a su vez deslumbró con un vestido azul largo y sin escote que dejaba sus brazos al aire, adornado con detalles en naranja y con una capa que su marido no dudó en airear para dar un toque vaporoso al look de Reed.