Jared Leto llevaba más de cuatro años alejado del mundo del cine para centrarse en su carrera como cantante al frente del grupo '30 Seconds to Mars', pero su regreso a la gran pantalla, bajo las órdenes de Jean Marc Vallée, no podría haber sido más acertado. El actor ha subido al escenario del Dolby Theatre para recoger el Oscar al mejor actor secundario, de manos de Anne Hathaway, por su personaje de la transexual Rayon en 'Dallas Buyers Club'. El broche de oro perfecto a una temporada de premios en la que se ha repetido muy a menudo el nombre del actor.
Pero Jared Leto ha sabido imponerse y ganarse el favor de los votantes con este difícil papel, que exigió que el actor perdiera más de 20 kilos para reflejar los estragos de la enfermedad del SIDA. En su discurso de agradecimiento Leto, aparte de acordarse de los académicos, tuvo unas sentidas palabras para su madre, su hermano, los ciudadanos que luchan en Venezuela y Ucrania y los enfermos de SIDA que han perdido la vidad a lo largo de todos estos años.
Lejos del cliché y los estereotipos
"Leí el guion y de inmediato me enloqueció, me enamoré del personaje. Pensé que era una gran oportunidad para retratar a una persona real y no a un cliché o un estereotipo", aseguró Leto, cuando le preguntaron por el motivo que le llevó a aceptar el papel de Rayon. En la película, el actor da vida al ayudante de un hombre mujeriego y drogadicto, interpretado por Matthew McConaughey, que al ser diagnosticado de SIDA, comienza a traficar con unos medicamentos ilegales que ayudan a los enfermos a pasar mejor la desconocida enfermedad a mediados de los años ochenta.
Por este papel, Jared Leto ya había ganado premios tan prestigiosos como el Globo de Oro al mejor actor secundario, un Screen Actors Guild Awards o el reconocimiento de las asociaciones de críticos de Vancouver, Washington, San Diego o Nueva York.