La película, de la que es actor y director, trata de un un científico solitario, Augustine (George Clooney), que tiene su base en el Ártico y trata de contactar con una nave espacial que intenta volver a la Tierra después de una misión. Augustine quiere impedir que Sully (Felicity Jones) y los demás astronautas regresen a su hogar, donde se ha producido una misteriosa catástrofe mundial. Para ello, el estadounidense se sometió a un gran cambio físico, donde perdió más de 12 kilos.
Tan solo a cuatro días de empezar el rodaje, Clooney tuvo que ir corriendo al hospital debido a unos fuertes dolores de barriga, según ha contado él mismo en una entrevista en Mirror. En el hospital le diagnosticaron una pancreatitis, por lo que estuvo ingresado varios días. "Creo que me estaba esforzando demasiado para perder peso rápidamente y probablemente no me estaba cuidando", dijo, pero George Clooney no solo es el actor principal de esta nueva película que Netflix estrenará muy pronto, sino que también es el director, por lo que, según él: "Como director, no es tan fácil porque necesitas energía".
Gran cambio físico
En la entrevista, el intérprete también habló sobre cómo fue su vida durante el confinamiento y asegura que no se han mudado de Los Ángeles desde febrero porque "es más fácil en Los Ángeles porque no llueve ni nieva, por lo que es mucho más fácil caminar por la calle. Estas compañías farmacéuticas han hecho un trabajo increíble y casi estamos allí, así que sería realmente estúpido arruinarlo ahora. Nos quedamos aquí y haremos la Navidad aquí", ha revelado.