En una época de reivindicaciones se presente o no la oportunidad, Glenn Close no podía ser menos. Su trabajo en 'La buena esposa' trata el tema de la desigualdad de género y, por tanto, si resultaba agraciada con el Globo de Oro a Mejor actriz de película dramática, su discurso tenía que ir en la línea de la cinta. Y no ha defraudado a nadie.
La intérprete, después de los educados agradecimientos y halagos al resto de compañeras con las que compartía nominación, ha ofrecido un discurso muy personal con el que era imposible no tocar la fibra más sensible de los presentes y no presentes y con el que ella no pudo evitar emocionarse, algo que seguramente también le pasó cuando empezó a pensar en qué diría si su nombre era el elegido para subir al escenario.
"Pienso en mi madre, que realmente se sublimó a mi padre durante toda su vida y a sus 80 años me dijo 'siento que no he logrado nada', y eso no está bien. Creo que lo que he aprendido de toda esta experiencia es que las mujeres somos cuidadoras y eso es lo que se espera de nosotras. Tenemos a nuestros hijos y maridos... Pero tenemos que encontrar realización personal. Tenemos que seguir nuestros sueños y decir 'puedo hacerlo' y 'debería tener permitido hacer eso' ", fueron sus palabras.
No hay que ver la vida pasar
Unas palabras valientes pronunciadas al recoger el que ha sido su tercer Globo de Oro y con las que reinvindica el papel de la mujer en la sociedad y pide que todas las mujeres tengan ambiciones y luchen por realizar sus sueños. Así no tendrán que arrepentirse de todo lo que no han hecho o tratado de hacer cuando lleguen a la madurez.