Natalia de Molina
Es la pequeña de las hermanas y, sin embargo, es la que mayores éxitos ha cosechado hasta el momento en el ámbito profesional. Nació en 1990 y lo cierto es que pronto supo que su vocación pasaba por estar sobre los escenarios. Y es que, puede que en esta decisión tuviera mucho que ver su tío Pepe Quero, un actor y director de teatro. De manera que, tras acudir a a la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga decidió hacer las maletas y marcharse a Madrid para seguir formándose con Juan Carlos Corazza y buscar su gran oportunidad en la industria audiovisual. Y vaya si la encontró, pues su primer papel en la gran pantalla le llegó de la mano de David Trueba en 'Vivir es fácil con los ojos cerrados'.
Allí la joven actriz se metió en el papel de Belén y gracias a ella fue galardonada con el Premio Goya a Mejor Actriz Revelación en 2014. Sin duda, este fue su gran escaparate y desde entonces Natalia de Molina no ha dejado de encadenar proyectos que la han permitido mantenerse en el primer plano de la profesión. Tal es así que apenas un año después de su debut en el cine estrenó 'Solo química', 'Cómo sobrevivir a una despedida' o 'Techo y comida'. Precisamente gracias a este último largometraje, a la andaluza no solo le llegaría el segundo gran reconocimiento con el Premio Goya a Mejor Actriz Protagonista, sino también un Premio Forqué, así como la Biznaga de Plata del Festival de Málaga, entre otros.
Con respecto a su vida privada, en 2017 salió a la luz el romance que mantenía con Jesús Amores, un periodista y músico más conocido como Ego Fum. Poco más se sabe de esta relación, pues no son muchas las instantáneas que comparten. Sin embargo, la intérprete parece que sí quiso confirmar de algún modo esta relación con una fotografía de ambos en blanco y negro acompañada del siguiente pie: "Te como la cara".
Celia de Molina
Es siete años mayor que su hermana y la intérprete ha desarrollado su profesión tanto delante de las cámaras como detrás. Y es que, además de haber protagonizado divertidos y variopintos papeles, también creó 'El antivlog', una ficción distribuida a través de la red. En 2007 se licenció en la Escuela Superior de Arte Dramático de Sevilla y, mientras que su hermana ha centrado su carrera en la actuación, Celia de Molina ha ido un paso más allá. La joven abrió el Garaje Lumiére en la capital, un espacio teatral que ella mismo dirigió durante años.
No obstante, su primera aparición en televisión fue en la serie 'Arrayán' y tras ella le llegarían pequeños papeles en 'Anclados', 'Yo quisiera' o 'Cuerpo de élite'. Lo cierto es que si hay un ámbito en el que la joven se desenvuelve con verdadera soltura, ese es el de la comedia. Celia de Molina es pura chispa y espontaneidad y, ambas características, son las que debió ver Andreu Buenafuente en 2017 cuando comenzó su colaboración en 'Late motiv'.
En el ámbito personal, la actriz no duda en presumir de pareja y familia a través de las redes sociales. Desde hace unos años mantiene una relación con el italiano Francesco Pozzi, al que definió en Fotogramas como "uno de sus mayores cómplices" y ambos se convirtieron en padres de su primer hijo en 2017. De hecho, aquel año y unos meses antes de dar la bienvenida a su vástago, la joven le escribía una bonita felicitación a Pozzi: "Felicidades amor mío, caminar contigo es lo más bonito que me ha pasado en la vida. Eres el hombre más guapo, más increíble, más fascinante y más creativo que hay. Suerte la mía".
La relación entre las hermanas De Molina
Las dos actrices son mucho más que hermanas, son mejores amigas. Tanto sus redes sociales, como sus entrevistas lo prueban y la verdad es que ambas presumen de ser la mejor admiradora de la otra. En este sentido, Natalia y Celia de Molina vieron hecho un sueño realidad cuando les llegó la oportunidad de trabajar juntas en 'Cómo sobrevivir a una despedida', una película dirigida por Manuela Burló Moreno que se estrenó en 2015.
Aunque la experiencia de la hermana mayor en el rodaje de dicho largometraje se vio enturbiada por las condiciones climatológicas, lo cierto es que ambas guardan muy buen recuerdo. "Ojalá que la gente piense que hacemos buena pareja porque tenemos química y nos encantaría que nos salieran más proyectos juntas", declaraba a la Voz de Galicia la ganadora de dos Premios Goya. Y es que, tan solo basta con ver cómo se miran o las palabras que se dedican para darse cuenta de la estrecha relación que mantienen y que de hecho les ha permitido también triunfar a nivel profesional.