Connie Sawyer es posiblemente una de las actrices que más pudo presumir de su extenso currículum. Es una mujer que se ha dedicado en cuerpo y alma durante toda su vida a la interpretación y ha dejado muy buenos momentos y personajes en la historia del cine. El lunes 22 de enero moría en su casa de Los Ángeles tras 105 años de vida tras 87 años de trabajo en Hollywood.
En noviembre de 2017 hizo una entrevista para la revista People por el que sería su 105 cumpleaños donde contaba su secreto de vida: "No hay tanta gente alrededor que tenga 105. Siempre digo que tienes que moverte, tienes que levantarte del sofá. Solía nadar, jugar al golf, bailar, siempre me movía y tenía suerte". "Mi padre murió a los 91 y mi madre a los 86 así que tengo buenos genes".
Sawyer ha realizado grandes películas como en 1979 'Y Justicia para todos', en 1989 'Cuando Harry conoció a Sally', en 2008 'Pineapple Express' y en 1994 'Dumb and Dumber'. Pero han sido casi nueve décadas las que ha estado en el mundo de Hollywood realizando películas y compartiendo pantalla con grandes actores como Jim Carrey.
Una vida dedicada al trabajo
La actriz ha dejado tras su muerte dos hijas, Lisa Dudley y Julie Watkins, cuatro nietos y tres bisnietos, además de un ejemplo de trabajo y constancia que resumió con un consejo en la entrevista antes mencionada, para todos aquellos que están tratando de hacerse un hueco en el mundo de la interpretación: "Nunca, nunca darse por vencido, yo nunca me rendí. Espera, trabaja y te llegará".