Han pasado más de 35 años desde que Miguel Ángel Molina Tejedor, más conocido como Miki Molina, continuase con la tradición artística de su saga familiar, iniciando su carrera en el mundo de la interpretación. Una larguísima trayectoria como actor - durante la cual su aspecto ha cambiado muchísimo - que se inició a principios de los años ochenta, cuando el madrileño, de 54 años, participó en las películas 'Maravillas' (1981), 'Entre tinieblas' (1983), '1919, crónica del alba' (1983) y 'La mujer del juez' (1984).
También en esta década, Molina se estrenó en la pequeña pantalla participando en las miniseries 'Einstein' (1985) y 'Little Roma' (1987), así como en dos capítulos de la serie 'Recuerda cuándo'. Cuatro años después del estreno de 'Entre tinieblas', el actor volvió a trabajar junto a Carmen Maura, bajo las órdenes de Pedro Almodóvar en la aclamada cinta 'La ley del deseo', mientras que un año antes actuó en 'Dragón Rapide' y, posteriormente, llegarían los largometrajes 'En penumbra' (1987), 'Malaventura' (1988), 'No hagas planes con Marga' (1988), 'Badis' (1989) y 'Las cosas del querer' (1989). El actor cerró la década participando en el montaje de la obra teatral 'Así que pasen cinco años', de Federico García Lorca.
En los años noventa, Miki Molina tuvo una mayor presencia en televisión, participando como personaje episódico en un solo capítulo de series como 'Le gorille' (1990), 'Eurocops' (1991), 'Cuentos de Borges' (1993), 'Los ladrones van a la oficina' (1994), 'Encantada de la vida' (1994) o 'Más que amigos' (1998). Un año después de trabajar en la tv movie 'Mission: Top Secret' (1992), llegó 'Lleno, por favor', la serie en la que, durante 13 episodios, interpretó el personaje de Gasofa, que le valió una nominación a Mejor actor secundario de televisión en los Premios de la Unión de Actores 1994. Su siguiente papel fijo en una ficción televisiva fue el de Pablo, a quien dio vida durante los 13 capítulos de '¿Quién da la vez?' (1995).
De vuelta a la gran pantalla, Molina estrenó la década con la película 'El anónimo... ¡vaya papelón!' (1990), un año después llegarían 'El amor sí tiene cura' (1991), 'Martes de carnaval' (1991) o 'Dime una mentira' (1993), mientras que en 1992 estrenó 'Adiós, princesa' (1992), la cinta portuguesa en la que trabajó por primera vez con la actriz Lydia Bosch, con quien, un año después de volver a coincidir en 'Lleno, por favor', inició una relación sentimental que duró dos años, fruto de la cual nació Andrea, su tercera hija tras Clara y Adrián, los hijos que tuvo con su anterior pareja, Kirsa van Pallandt. Más tarde, con la directora de cine islandesa Katrin Olafsdóttir tuvo a su hijo Antonio. Finalmente, Miki Molina ha sentado la cabeza con la canadiense Sandra Blakstad, que además de ser su pareja desde hace más de una década, es la hermana de su cuñado Leo Blakstad, el marido de Ángela Molina.
Tras ese parón cinematográfico en el que estuvo más dedicado a hacer televisión y teatro - con su interpretación en 1994 de la obra 'Mariposas negras', de Jaime Salom y su debut, un año más tarde, en el Teatro Romano de Mérida con 'Hipólito', de Eurípides - Miki Molina cerró los noventa con los largometrajes 'Mor, vida meva' (1996), 'Fotos' (1996) y 'La duquesa roja' (1997). En el año 1998, Miki Molina regresó al teatro participando en el montaje de 'El cerco de Numancia', de Miguel de Cervantes y en el de 'La ratonera', de Agatha Christie.
Durante la siguiente década, el intérprete estrenó 'Código natural' (2000), 'Tatawo' (2000), 'Bestiario' (2002), 'Las llaves de la independencia' (2005), 'Sinfonía de ilegales' (2005) y 'The Sindone' (2009), pero los años dos mil realmente estuvieron marcados por sus numerosos trabajos televisivos. Es esta etapa, Miki Molina actuó en los telefilmes 'Año cero' (2001), 'La noche del escorpión' (2002) y 'Ausias March' (2003) y participó como personaje episódico en un capítulo de la serie 'Código fuego'.
Pero su papel más significativo fue el de Tony Gutiérrez, el personaje que interpretó a lo largo de un año, durante 42 episodios de 'Ana y los 7', la popular serie de Televisión Española protagonizada y producida por Ana Obregón, de la que se cuenta que fue despedido fulminantemente después de que ambos protagonizasen un escándalo sexual al ser fotografiados manteniendo relaciones dentro de un coche, acusándose ambos de haber dado un soplo a los paparazzis.
Siguiendo los pasos de su padre, Antonio Molina, y los de sus hermanos Ángela, Mónica y Noel, el actor también probó suerte en el mundo de la música lanzando 'Desconocido Miki', su primer y único álbum de estudio, en el años 2005, cuando también se incorporó al reparto de la obra de teatro '5gays.com'. Un año después encarnó el papel de Ulises en 'Ítaca', la adaptación de la Odisea de Homero, que se estrenó en el Festival de Teatro Clásico de Mérida de 2006, cuanto el actor también protagonizó y produjo la obra 'Tío Bob', de Austin Pendleton. Los siguientes proyectos teatrales de Molina fueron la obra de 2010 'De Miguel a Miguel' y la obra 'La última luz del día', que dirigió en 2012 con la compañía Sa Penya Escènica.
A lo largo de todos esos años, la imagen de Miki Molina, caracterizada por su rizada melena negra, tan solo ha cambiado por el simple paso del tiempo o por exigencias del guion. Alguna vez se dejó ver con gafas o con barba, pero casi siempre ha lucido el mismo look. Sin embargo, el cambio más radical en su aspecto físico ha podido verse especialmente durante los últimos años de la presente década, que inició con las películas 'Armando (o la buena vecindad)' y 'Cannibal', a las que siguieron los cortometrajes 'En tiempo de otros' (2010), 'Taxi fuera de servicio' (2011) y 'El vendedor' (2012) y el largometraje 'Una canción' (2012). Desde entonces se produjo un parón de cinco años en la carrera de Molina que duró hasta el pasado 2017, cuando el actor regresó a la gran pantalla con el estreno del drama 'El collar de sal' y del musical 'Luces'.
En esta etapa, el actor ha lucido una melena completamente cana, pero su verdadera transformación pudo verse el pasado mes de noviembre en el plató del programa de Telecinco 'Viva la vida', donde reapareció completamente irreconocible con el pelo largo y una blanca y pobladísima barba. "Nos están llegando mensajes preguntando por esa barba y ese look, todo el mundo diciendo que estás fantástico y preguntando si eso responde a un cambio de personalidad o es por el personaje que estás interpretando", le planteó la presentadora Toñi Moreno en un momento de la entrevista.
Su sorprendente cambio de look para su nueva película
Entre risas, el actor confirmó que su cambio de imagen se debía, sobre todo, a su nuevo trabajo, pero también reconoció que su manera de pensar ha cambiado en los últimos tiempos. "El cambio de mentalidad viene siempre por los años. Me imagino que cada uno va regenerándose y va cambiando de aspecto y de forma de pensar y tiene que ver un poco con todo, en este caso, es más por la película ", confesó Molina, que se encuentra rodando la cinta '¿En qué nos hemos equivocado?'.
" Me han pasado anécdotas muy fantásticas, de no conocerme ni mi madre ", afirmó el actor madrileño antes de añadir que en su propio pueblo también le habían parado durante las últimas semanas para asegurarse de que se trataba de él realmente. De este modo, Miguel Molina se encuentra en un buenísimo momento profesional en que aún tiene pendientes de estreno otros títulos como 'El secreto de Ibosim' o 'Azul criminal'.