Fue la actriz Ana Fernández la que quiso descubrir lo que ocurrió entre bambalinas y el trato que recibieron algunos de los invitados la noche del cine español. Esta había compartido una fotografía con su look para la ocasión firmado por Vicky Martín Berroncal, en cambio era imposible encontrar una fotografía suya en la alfombra roja. ¿Cómo era posible? Pues porque no se le permitió posar. Y como a ella, a otros más. Algo que ella quiso contar en sus redes sociales ahora que han pasado varios días.
"La prohibición que vivimos un número interesante de actores y actrices es algo que me parece absolutamente lamentable y las excusas que se han dado son más lamentables aún", reconocía la actriz asegurando que los motivos de este desplante fueron varios por parte de la organización: que si había que solicitarlo con antelación, que si tenías que ser académico y pagar una cuota aunque algunos que lo habían hecho también se quedaron fuera... una serie de motivos que la dejaron a ella y a otros compañeros de profesión con un viaje a Sevilla preparado (tren, hotel...) y un vestuario listo, pero sin ocasión de hacer su trabajo esa noche.
"Una sensación de ridiculez..."
La actriz asegura que tuvo que ver la gala desde este espacio y a través de una pantalla, no desde el patio de butacas del teatro, haciendo imposible seguirla con normalidad entre tanto ruido de la gente congregada en la sala: "Una sensación de ridiculez... Qué pena que por el griterío que hay montado no se pueda ni oír la gala en las dos pantallas que hay puestas, ni el discurso de agradecimiento de los compañeros premiados porque, supuestamente, ¿para qué narices estamos aquí?".