Allen Stewart Konigsberg, conocido de forma profesional e internacional como Woody Allen, es un director de cine norteamericano que nació el 1 de diciembre de 1935 en Brooklyn, Nueva York. Es hijo de Martin Konigsberg, que trabajó, entre otros oficias, como taxista y camarero, y la contable Nettea Konigsberg. Nació en el seno de una familia judía ortodoxa.
No muy aficionado a los estudios y poco sociable, Allen pasó inadvertido a nivel académico, ya que él se decantaba más por ver películas, la lectura de libros y cómics y la música. Respecto a la música, destaca su talento con el clarinete, con el que incluso ha llegado a dar conciertos. Con solo 15 años, tomó su nombre artístico como Woody Allen y, a los 18, accedió a la carrera de Cinematografía en la Universidad de Nueva York. No obstante, abandonó los estudios tras solo pasar un semestre en ellas. No obstante, el comediante David Albert le contrató para escribir gags de cara a sus espectáculos. No mucho más tarde trabajaría en el programa de televisión 'Your show of shows', en el que ejerció de guionistas de personalidades como Sid Caesar o Carl Reiner.
Su primera relación sentimental sonada fue en 1956 con Harlene Rosen, de la que se divorció tres años después, en 1959. Ya iniciados los años 60, Allen relanzó su carrera como cómico en solitario, con discos de humor y actuaciones en el conocido Greenwich Village que lograron cosechar mucho éxito. Este camino por el mundo del humor y entretenimiento le sirvió de trampolín para hacerse un hueco en la gran pantalla.
Así, su primera aparición en el cine fue en la película de 1965, como actor secundario, en 'Qué tal, Pussycat?', protagonizada por Peter Seller y Romy Schneider. Un año después, en 1996, hizo su primer pinito como director en el filme 'Lilly la tigresa', un filme hecho con intérpretes japoneses que no tuvo un resulto muy satisfactorio para Allen. En 1967, Allen participó en la parodia de James Bond 'Casino Royale', junto a los consagrados entonces Ursula Andress y Orson Welles.
Volvió a tomar las riendas como director en 1969, en la película 'Toma el dinero y corre', un filme con reminiscencias documentales que el propio Allen protagonizó junto a Janet Margolin. En la década de los años 70, Allen también se puso al mundo de títulos como 'Bananas', en 1971, 'Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo y no se atrevió a preguntar', en 1972, 'El dormilón', en 1973, y 'La última noche de Boris Grushenko', una película ambientada en la Rusia del siglo XIX. Allen también participó únicamente como actor en la película dirigida por Martin Ritt 'La tapadera', en 1976.
Una de las películas más emblemáticas de Allen fue 'Manhattan', en 1979, que supone una gran admiración a su Nueva York natal y que contó con la entonces joven Meryl Streep. Ese filme, pese a que no ganó ninguna estatuilla, sí le valió la nominación al mejor director y guionista. En los años 80, estrenó una de sus obras maestras, 'La Rosa púrpura del Cairo', en 1985, además de otros títulos como 'Hannah y sus hermanas', en 1986 o 'Delitos y faltas', en 1989. En esta década también estuvo al mundo de un episodio de la serie 'Historias de Nueva York', junto al también director Martin Scorsese y Francis Ford Coppola. En 1987, Allen tendría a su primogénito y único hijo biológico, Ronan.
La década de los años 90 no fue tan buena como se esperaba para Allen, ya que los primeros filmes de esta década no cosecharon los éxitos esperados anteriormente. Además, también estuvo inmerso en un escándalo tras la ruptura definitiva de Allen con Mia Farrow, con la que adoptaría dos hijos, y la relación que éste empezaría con Soon-Yi Previn, su propia hija adoptiva, con la que se casó en 1997.
Entre los títulos más recientes a partir del siglo XXI, y que han aupado al director en su posición consagrada, han sido también 'Granujas de medio pelo', en 2002, 'Vicky Cristina Barcelona', en 2008, 'Medianoche en París', en 2011 o 'Café Society', en 2016, un filme ambientado en el Hollywood de los años 30. El director también se ha visto implicado en los escándalos sexuales filtrados a través de movimientos como 'Time's up', en el que algunas actrices han confesado haber sido sometidas a casos de abuso. En su caso concreto, su propia hija adoptiva, Dylan, ha confesado que fue abusada sexualmente por Woody Allen, algo que el director ha negado rotundamente.