Comenzó así a desarrollar un problema de anorexia y bulimia : "Pensaba que era parte de ser una mujer, y que venía junto a la fama". Pero al mismo tiempo aclara: "No creo que fuera por la fama, creo que fue definitivamente por estar alrededor de ese mundo, viendo ese mundo. Me sentí presionada".
La peor parte de la enfermedad la pasó cuando estaba rodando la película 'Mad Max'. Por aquella época llegó a pesar 40 kilos, se le marcaban las costillas y fue el momento de decir basta. Después de la película declaró que debido a la pérdida de peso, no le venía el periodo, su sistema inmunológico estaba débil y su tiroides se había disparado.
Confianza en sí misma
Finalmente consiguió superar esa etapa oscura y volver a sentir amor por su cuerpo : "Ahora me siento como si algo hubiera abandonado mi cuerpo, como si una parte de mí hubiera vuelto, algo que me había hecho sentir muy insegura. Y me siento genial".