Tras arrancar el rodaje de 'Bajo sospecha' con ellos como protagonistas, los rumores empezaron a apuntar -tras una imagen colgada en las redes sociales en la que ella está 'subida a caballito' sobre él en bañador- a la posibilidad de que entre Yon González y Blanca Romero podrían ser algo más que compañeros de trabajo.
Blanca Romero ha sido la primera que se ha enfrentado a la 'pregunta prohibida'. Ha 'pedido' ayuda para salir del paso, pero, tras un primer momento de pánico, ha comentado que "Yon es un actor con muchísimo talento, muy milimetrado, matemático, y yo soy todo lo contrario, con lo cual nos soportamos mucho y nos equilibramos mucho".
Yon González y Blanca Romero, dos policías infiltrados condenados a entenderse
Y más allá de esta rumorología con la que tienen que convivir y de la que prefieren no hablar, Blanca Romero, en su vuelta a la televisión dos años después del nacimiento de su hijo Martín, se mete en el papel de Laura, una policía infiltrada como maestra de escuela que tiene que investigar la desaparición de Alicia Vega (Aroa Palacios).
Su compañero de investigación es Víctor García (Yon González), que se infiltra en el bar de la familia Vega. Ambos policías no se conocían de antes y su primera impresión no es nada buena, son como el día y la noche.
Laura es firme, ordenada y siempre se ciñe a las normas, mientras que Víctor es impulsivo, caradura y está dispuesto a lo que sea por conseguir la verdad. Dos personalidades opuestas condenadas a entenderse y hacerse pasar por una pareja enamorada.