Pese a que en un primer momento parecÃa una ruptura cordial, con los meses todo se ha ido recrudeciendo.
Por fin se ha podido conocer la fecha en la que Elena Tablada y Javier UngrÃa se verán cara a cara en los juzgados, puesto que será el 14 de junio cuando se celebrará el juicio que los mantiene enfrentados por la guarda y custodia de su única hija, Camila. Pese a que en un primer momento parecÃa que su relación se habÃa roto de manera cordial, con los meses se han ido descubriendo detalles sobre su divorcio.
La diseñadora no ha dudado en sincerarse sobre todo lo que esto ha supuesto en su vida, llegando a decir: "Me han engañado mucho en este último tiempo". Fue en el verano de 2022 cuando finalizó su relación y desde entonces no ha parado de mostrarse decepcionada. Aunque en un primer momento daba la cara por él, después la cosa fue cambiando. "Ãl no era el hombre que parecÃa ser", ha llegado a decir. Algunas personas cercanas a Elena Tablada han hecho saber a la revista Semana cómo vive esta situación. "Ha estado mucho tiempo aguantando una difÃcil convivencia. Se ha dado cuenta de la doble vida que ha llevado durante todo este tiempo su exmarido", apunta esta fuente cercana.
Por lo pronto, ella de momento no quiere hablar, si bien es cierto, se ha mostrado muy triste por estar viviendo todo esto, y no quiere que la situación afecte de manera negativa a la hija que tienen en común. Ella tiene claro su objetivo, haciendo alusión a que no quiere nada económico: "No voy a luchar por nada. Luchar es solo una palabra. Yo solo quiero lo mejor para mis hijas". Y es que según dicen, ha rechazado cualquier tipo de compensación que le pudiera pertenecer y lo único que quiere es que sus hijas se sigan criando con la misma calidad de vida que con la que se han criado hasta ahora."Este señor ha vivido seis años gratis en la casa de David Bisbal. Antes Elena no tenÃa problemas económicos y este hombre ha trastocado su estabilidad para criar a sus hijas", ha asegurado a la revista Semana una persona de su entorno. Y es que el coonflicto podrÃa tener que ver con lo económico, porque el empresario pide, además de la custodia compartida, una mensualidad que rondarÃa los 500 euros.
Con una complicada solución
"Las conversaciones que Javier mantiene con ella son horribles. Faltas de respeto y acusaciones sin fundamentos son el pan diario de Elena estos últimos meses. Es una guerra sin cuartel que parece que no vaya a tener una solución a corto plazo", añade esta fuente cercana sobre cómo todo se ha ido recrudeciendo. Según ha podido tener acceso la revista Semana, el empresario ha añadido en la demanda por la custodia de la menor determinadas informaciones sobre el nivel de vida de la empresaria para justificar, según él, su alto nivel de vida. "Todo lo hace para desprestigiar a Elena", han contado a la revista.