El tenista mallorquín Rafa Nadal consiguió su octava victoria en el Conde de Godó, torneo cuya final disputó este domingo ante Nicolas Almagro. Fueron necesarios solo dos sets, 6-4 y 6-3, para conseguir este triunfo, que demuestra el gran momento profesional por el que pasa.
Este es el cuarto título del año que consigue el balear, que viene realizando una magnífica temporada a pesar de la derrota cosechada ante Novak Djokovic en el Master 1000 de Monte-Carlo, torneo que llevaba ganando desde 2005 y que no pudo revalidar.
Hasta el Real Club de Tenis Barcelona se desplazaron multitud de caras conocidas para ver este partido amenazado por la lluvia que muchos espectadores tuvieron que ver bien abrigados. Nadal estuvo respaldado en todo momento por su novia Xisca Perelló, por su madre Ana María Parera y por su hermana Maribel.
El padre de Nadal, Sebastián, también se dejó ver entre las gradas apoyando a su hijo, al igual que su tío Toni, que como entrenador de Rafa que es no se pierde ningún partido, y menos en un lugar tan especial para Rafa como es la pista de Barcelona.
Ana Boyer y los Urdangarín, fieles al tenis
Pero la familia del tenista no fue la única que quiso disfrutar de esta final. La hija de Isabel Preysler y Miguel Boyer, Ana Boyer, tampoco se perdió el partido. La joven se dejó ver en compañía de una amiga, primero en gafas de sol y más tarde bajo un paraguas.
El presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, también asistió al partido y fue el encargado de entregar el trofeo al ganador. Los extenistas Manolo Santana y Juan Carlos Ferrero, y el ex piloto Sete Gibernau tampoco se perdieron esta cita con el tenis.
Aunque entre el público también hubo asistentes más jóvenes, como los hijos de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín. Los tres hijos varones del matrimonio, Juan, Pablo y Miguel, asistieron al partido en compañía de su abuela paterna, Claire Liebaert.