Violeta Mangriñán ha experimentado en su piel lo que es la preocupación por un hijo por primera vez. Pese a que desde que nació la pequeña Gala su vida y la de Fabio Colloricchio cambió por completo, ahora se ha dado cuenta de que ser padre es al final muy complicado, y más cuando ves que tu hijo lo pasa mal.
La influencer había contado a través de sus redes sociales que la pequeña tenía una fiebre muy alta, así que en vista de que no se le estaba pasando, ella y su pareja han decidido llevarla a urgencias, porque su pediatra ya le había asegurado que el hecho de que le estén saliendo nuevos dientes no tiene por qué generar una fiebre tan alta. Y efectivamente estaba en lo cierto.
"Hemos terminado en el hospital, por segunda noche consecutiva Gala está ardiendo en fiebre. Tiene 39,1º. Nos han dicho que los dientes no producen unas fiebres tan altas y que van a descartar si tiene infección de orina, estamos a la espera ", escribía junto a una foto de su pequeña sobre un peso en el hospital. Más tarde ha compartido el diagnóstico, diciendo: " Acabamos de llegar a casa, efectivamente Gala tiene infección de orina y de ahí el motivo de las fiebres tan altas de estos dos días, en principio se iba a quedar en el hospital con antibiótico en vena, peor finalmente nos han dejado volver a casa y le daremos el antibiótico en casa. Gracias por preocuparos siempre ", escribía.
Después ha querido expresar cómo se ha sentido, ese sentimiento que solo los padres pueden conocer. " No hay NADA peor en el mundo que ver a un hijo mal, nunca había sentido un sentimiento tan feo como el que he vivido esta noche en el hospital, y eso que lo de mi hija era un mal menor (gracias a Dios). No quiero ni imaginarme el sufrimiento de aquellos padres cuyos hijos están enfermos de gravedad, es que no me lo quiero imaginar".
"Nunca fui tan vulnerable"
" Desde hace seis meses entiendo tantas cosas y no dejo de aprender cada día. También entiendo cada vez más a todos aquellos que deciden no ser padres por voluntad propia. Ser padre es un sufrimiento constante, vivir con un miedo eterno de que a tu hijo no le pase nada. Nunca fui tan vulnerable", terminaba su reflexión sobre cómo se siente desde que es madre.