Violeta Mangriñán y Fabio Colloricchio han cerrado un capítulo en sus vidas para comenzar uno nuevo, ya que por fin han cumplido su sueño de mudarse a Valencia, la tierra natal de la influencer. Desde que salieron de la isla de 'Supervivientes' en 2019, lugar en el que se conocieron, hasta los primeros días de 2023 han estado viviendo en Madrid en un pequeño piso que han dejado para mudarse a una casa propia.
'Villa FaVioleta', como ella llama a su nuevo hogar, será la casa en la que crecerá su hija Gala, que vino al mundo el 31 de julio de 2022. Con un cúmulo de emociones, Violeta Mangriñán ha despedido el que ha sido su hogar con unas preciosas palabras en su cuenta de Instagram.
"Despedimos el que ha sido nuestro hogar por más de tres años. Inexplicable todo lo vivido entre estas paredes, aunque estamos felices con el cambio, recordaremos por siempre este piso. Quien nos iba a decir hace 3 años y medio cuando llegamos a esta casa, que la despediríamos así, eh @fabbio. Pd: Ahora sí, Valencia,#VillaFaVioleta, allá vamosssssss ", decía, y es que en este lugar ha sido donde han aprendido a ser padres y donde han podido compartir los primeros meses de vida con su hija.
@violeta Despedimos el que ha sido nuestro hogar ? durante 3 años y medio, ahora sí, HOLA VLC ???????????
También ella ha subido un vídeo en su cuenta de TikTok, emocionada por el cambio, por despedirse de esta casa, pero feliz también por poder instalarse cerca de su familia. Lo cierto es que no estará demasiado tiempo lejos de Madrid, es más, han decidido alquilar en la capital un piso más pequeño para cuando tanto ella como Fabio tengan que viajar por motivos profesionales. Los compromisos de ella como influencer y de él como cantante harán que tengan que viajar con asiduidad a dicha ciudad, pero están contentos de que por fin pueden disfrutar de su propia casa, en la que han elegido todo al detalle. Con ellos también se ha ido su perrita Canela, inseparable de todos los miembros de la familia.
Su hija ya tiene su propia habitación
La influencer lleva meses enseñando cómo han ido ultimando las obras, es más, ha viajado con normalidad a Valencia para seguir de cerca la evolución de su vivienda, eligiendo los materiales, los muebles o la decoración. Otra de las alegrías de este cambio es que su hija por fin tiene habitación propia, puesto que el piso que tenían era demasiado pequeño para la familia que habían formado.
