El pasado miércoles 25 de enero Bimba Bosé fallecía a consecuencia de un cáncer de mama contra el que llevaba luchando algo más de dos años. La modelo, cantante, actriz y Dj dejaba desolados a todos sus familiares y amigos, además de muy consternada a la sociedad entera puesto que su valentía y optimismo, además de fortaleza a la hora de hablar de su enfermedad, es un ejemplo con mayúsculas.
Ana Rosa Quintana tuvo que anunciar en directo en su programa de Telecinco la triste pérdida y se mostró ciertamente afectada. La presentadora no pudo ocultar su tristeza y ahora se ha sabido qué le unía a Bimba Bosé: "Es que es terrible, era una mamá tan joven, con 41 años, con una niña de 5 y otra de 12".
En una entrevista concedida a Europa Press tras recoger el premio a una de las mujeres más influenyes del año, la reina de las mañanas de la cadena de Fuencarral comentaba que las hijas de la modelo iban al mismo colegio que sus hijos.
"Lo he sentido mucho, especialmente porque la he visto mucho. Dora y mis niños iban a la misma clase antes de que se fueran a Sotogrande. He ido los cumpleaños de Dora", comentaba además de asegurar que este verano le había visto mucho en la urbanización gaditana en la que ambas tienen una vivienda.
Ana Rosa Quintana: "Dora se hace la valiente pero es una niña"
Además la presentadora ha querido desvelar cómo han vivido los niños la noticia: "Como decía un amiguito de mis hijos, que me ha llegado al alma, se puso a llorar y dijo " es que no sabía que las mamás jóvenes se morían ". Es terrible... y es verdad", comentaba.
Asimismo también ha asegurado que, aunque su hija Dora ha tenido un detalle muy maduro al despedir a su madre a través de las redes sociales, -"muchísimas gracias a todos los que me apoyáis, y que sepáis que hoy NO es un día de tristeza, porque a mi madre es lo que menos le gustaba, la tristeza. Hoy es un día para estar contentos por todos esos momentos que hemos vivido y disfrutado con ella ", publicó-, "está haciéndose la valiente pero es una niña. Es una edad difícil y va a echar mucho de menos a su madre.