En él se puede ver al portugués pasándole un balón de fútbol a su hijo y como este es capaz de devolvérsela de una patada. Mientras tanto Eva, la hermana gemela de Mateo, ve como están jugando y también quiere unirse. De hecho, hace el gesto en varias ocasiones de dar una patada al balón pero en realidad nunca llega a sus pies porque su padre solo está jugando con su hermano. Cuando finalmente comprueba por sí sola que en realidad su padre no está jugando al fútbol con ella y decide distraerse con otro de los juguetes que hay en la habitación.
Todo esto podría ser normal sino fuese por el juguete en cuestión que escoge la pequeña Eva: la escoba. Efectivamente, la niña de apenas 2 años decide dejar de intentar jugar al fútbol para entretenerse con un carrito de productos de limpieza al que no le falta detalle. Este simple clip de vídeo de 50 segundas deja consigo un importante reflejo de lo que es la educación sexista en los niños y como se reproducen los roles de género a tan corta edad como pueden ser los dos años que tienen los hijos de Cristiano Ronaldo.
Los patrones de género
Debido a la corta duración del propio vídeo no se puede apuntar directamente a que la educación de Cristiano Ronaldo a sus hijos sea sexista y machista porque son unos escasos segundos de toda una vida de los pequeños. Pero eso importa relativamente poco al servir como ejemplo claro de cómo en menos de un minuto se repite un patrón de educación que no debería de ser propia del siglo XXI. Los niños al fútbol y las niñas a limpiar. El ejemplo de como el niño es todo un 'as' de fútbol desde la cuna; y la niña, que también apunta maneras, no se sabe porque en realidad no le dejan hacerlo y simplemente se mantiene en un segundo plano limpiando.