Verdeliss está disfrutando al máximo de su octava maternidad, aprovechando los primeros día de vida de su hija Deva, quien se ha convertido en la perdición de todos los miembros de su familia. La influencer enseña a través de su redes sociales cómo está viviendo este momento tan emocionante, no obstante, también muestra los pormenores de lo que es para ella la maternidad, llevando a su hija al médico y contando un poco sobre su evolución y crecimiento.
Pero lo cierto es que aportar tantos detalles sobre su vida también su lado negativo, por eso ella se ve expuesta a innumerables críticas y mensajes hirientes que recibe día sí y día también. La forma de cuidar, criar y educar a sus hijos siempre está en el punto de mira, y tras el nacimiento de su última hija le han llegado muchos mensajes de personas que opinan que no es una 'madre sufridora' e insinúan que por eso es peor madre que las demás.
es por eso que ha querido pronunciarse y decir lo que piensa sobre estas opiniones con las que no se identifica en absoluto : "Hoy al mencionar mis preguntas frente a un tratamiento estético, me he encontrado con un mensaje negándolo que terminaba: 'ahora la prioridad es tu hija'", ha empezado diciendo en uno de sus posts, y ha seguido diciendo: "Y me recuerda mucho a varias críticas que recibí durante el parto por el hecho de estar maquillada y peinada ", por lo que ella piensa que para muchas personas si no sufre, no es una buena madre.
"Hemos de mostrarnos al mundo olvidadas de nosotras mismas...como si cuidarnos supusiese descuidar a nuestro bebé", ha dicho, para añadir: "Partiendo de que cada mujer lleva su proceso, apartemos estos pensamientos que no hacen más que generar competiciones dañinas y más afines al pleistoceno que a lo verdaderamente importante: todas nos entregamos sin medida a nuestros hijos ".
No se muerde la lengua
Su mensaje ha sido aplaudido por otras muchas madres que la siguen en redes y que además la tienen como referente de la maternidad. Más allá de dar consejos sobre algunos asuntos, tampoco duda en mojarse hablando de temas más delicados, como fue el hecho de dar a luz en casa y mostrárselo al mundo.