Vanesa Romero ha hablado, por primera vez, en la revista Lecturas de las secuelas que padece tras haberse contagiado de coronavirus al inicio de la pandemia, en marzo de 2020. Así, la actriz ha contado que sufre lo que denomina "anorexia muscular", una patología prácticamente desconocida para la población y que es capaz de debilitar los músculos con mayor facilidad.
A pesar de que el cuerpo no haga esfuerzos, esta patología hace que algunos de los músculos tengan que trabajar más de lo debido, para cubrir a aquellos que no están trabajando, provocando estos dolores que cuenta la actriz. La "anorexia muscular" lleva a la debilidad y la pérdida de la masa muscular, algo que, como cuenta, Vanesa Romero, le sucede: "Es como si tus músculos se hubieran olvidado de trabajar". Esto le afecta a la fuerza física y al movimiento corporal.
En agosto de 2020, la actriz contó que los dos meses que pasó con coronavirus fueron duros, con miedo. Vanesa es asmática por lo que comentó que era paciente de riesgo y, a pesar de que no tuvo neumonía como consecuencia del virus, comenzó a perder masa muscular, viéndose reducida su fuerza y adelgazando rápidamente. En ese momento desconocía lo que le sucedía algo que, como confiesa, le afectó psicológicamente, lo que le llevó a pedir ayuda psicológica.
Además, reconoce que ha sufrido secuelas durante prácticamente año y medio, algo que no ha dejado de estar presente en el cuerpo de la actriz, como bien reconoce en la entrevista: "A fecha de hoy tengo puntualmente recordatorios". También recalca que antes del coronavirus se encontraba bien y hace referencia a como afectó el virus a su cuerpo: "El bicho te consume de tal manera que arrasa con todo, y a mí me afectó a lo físico".
Sus proyectos siguen adelante
A pesar de la anorexia muscular y las diversas secuelas que la actriz todavía padece y afectan a su cuerpo, Vanesa Romero acaba de estrenar su primer cortometraje, titulado 'Un día de mierda', en el que ella misma participa como directora, productora y guionista. Una producción en la que también cuenta con su pareja, el músico Emilio Esteban, encargado de la banda sonora, y que es un reflejo de algunos momentos de su vida.