Hace un año que Bobbi Kristina fallecía en el hospital de Atlanta en el que estaba ingresada en cuidados paliativos después de que los médicos determinaran que no podían hacer nada por su vida y que su coma era irreversible. Fue el domingo 26 de julio de 2015 el día que se apagó el corazón de la hija de Whitney Houston tras seis meses en coma.
Seis meses que estuvieron repletos de polémicas que enfrentaban a su familia, con su pareja Nick Gordon y con su padre Bobby Brown, que fue nombrado su tutor legal junto a su tía Pat Houston.
Todo arrancó la fatídica noche del 31 de enero, cuando Bobbi Kristina fue encontrada inconsciente en la bañera de su casa por su pareja -al tiempo que hermano de acogida por parte de su madre-, que rápidamente llamó a los servicios de emergencias.
El trágico final de Bobbi Kristina
Con pronóstico muy muy grave la joven ingresó en un centro hospitalario de Atlanta en coma mientras toda la familia pedía que se rezara por ella y por su recuperación cuando estaban a punto de cumplirse tres años de la muerte de Whitney Houston, que, recordemos, perdió la vida ahogada en la bañera de un hotel antes de la celebración de los Grammy 2012.
Entonces comenzaron las informaciones contradictorias. Unos días se hablaba de recuperación -se llegó a decir que había salido del coma y estaba "despierta" - y otros de que no se podía hacer nada por ella.
Hasta que su familia, que por aquella época ya estaba pensando en cómo se iban a repartir su herencia, afrontó la realidad y manifestó que la vida de Bobbi Kristina estaba "en manos únicamente de Dios".
Hasta que finalmente llegó la fatídica noticia de que el corazón de la joven había dejado de latir. Fue entonces cuando las discrepancias familiares salieron definitivamente a la luz y quedaron más que patentes, empezando por su propio funeral.
Las familias Houston y Brown no se ponían de acuerdo sobre dónde debían descansar los restos mortales de la joven de 22 años -finalmente fue enterrada junto a su madre en Nueva Jersey- y a esa guerra se unían sus acusaciones hacía Nick Gordon, del que aseguraban había tenido mucho que ver en el accidente de Bobbi Kristina.
Se decía que la joven tenía golpes y moratones en el cuerpo que habrían sido causados por su pareja, también se habló de un presunto accidente de tráfico que habría sufrido Bobbi Kristina semanas antes de ser encontrada inconsciente,... pero lo cierto es que nunca se sacó nada en claro en la investigación policial.
El negocio de la muerte de Bobbi Kristina
Lo que sí está claro es que la muerte de la joven de 22 abrió un canal muy rentable para Nick Gordon y para Bobby Brown. El primero concedió algunas entrevistas exclusivas y vendió una foto del cadáver de la joven -aunque nunca se supo a ciencia cierta si fue él el vendedor o el que hizo la foto- por 91.000 dólares, así como otras fotos de él llorando desconsolado sobre el féretro de su pareja por 40.000 dólares.
Por su parte, el cantante ha sacado un libro en el que habla abiertamente tanto de la muerte de Whitney Houston como de su hija Bobbi Kristina. Un escrito en el que ha abierto su corazón y ha hablado de cómo las drogas eran algo 'del día a día' en su casa, llegando a decir que siempre ha lamentado que la artista fumara marihuana delante de su hija desde que esta era un bebé.
Precisamente las drogas se llevaron la vida de las dos y Nick Gordon se culpa de no haber podido hacer nada por sacar a Bobbi Kristina de la adicción. Aunque la familia asegura que su noviazgo era tóxico, llegando incluso a acusar al joven de maltratar y dar una mala vida a la hija de Whitney Houston, él dice sentirse culpable.Nick Gordon se siente culpable por la muerte de Bobbi Kristina
En una de las últimas declaraciones que ha ofrecido ha confesado que no consigue superar la muerte de Bobbi Kristina porque se siente tremendamente culpable al no haber conseguido sacarla de las drogas, adicción en la que se refugió tras la muerte de su madre.
"Me siento culpable por no haber llegado a tiempo de salvarla. Siento que le fallé. Fue muy traumático. Me arrodillé y continué presionando su pecho e insuflando aire por su boca, pero no respondía ". Unas palabras de un momento desgarrador que le sigue atormentando día tras día.