El pasado sábado 3 de junio por la tarde fallecía David Delfín. La luz del diseñador se apagaba después de algo más de un año de lucha contra el cáncer rodeado de algunos de sus amigos más íntimos y, por supuesto, de Pablo Sáez, su mayor apoyo día a día durante todo este tiempo. Ahora ha sido despedido en Marbella, donde creció.
Nada más conocerse públicamente la triste noticia, las redes sociales se llenaron de mensajes de condolencia y recuerdo para el diseñador que revolucionó la moda española con su espíritu libre y transgresor. Muchos de esos mensajes de amigos que le han acompañado en su batalla contra la enfermedad y que le dieron su último adiós en el Museo del Traje de Madrid.
Allí se instaló a lo largo del domingo su capilla ardiente, por la que fueron pasando caras conocidas como Rossy de Palma, Elia Galera, Hiba Abouk, Belén Esteban, Marc Clotet o Charlie Centa, que arroparon a Pablo Sáez y los hermanos del diseñador en estos momentos tan complicados.
Ese mismo día el féretro con los restos mortales de David Delfín viajó hasta Marbella, donde este lunes 5 de junio ha sido incinerado en el Cementerio de San Bernabé. Por expreso deseo de la familia ha sido un acto muy íntimo para los familiares y amigos más íntimos del modisto.
El adiós de los Bosé
Hasta la Iglesia de la Encarnación, donde se ha celebrado el funeral, llegaba su madre María, rota de dolor y apoyada por los hermanos del diseñador. Allí también estaba Gorka Postigo, la primera pareja pública de David Delfín, siendo el gran ausente su actual pareja Pablo Sáez.
Entre las numerosas coronas que rodeaban al féretro del diseñador había una en la que se podía leer familia Bosé, a la que tan unido estaba. De hecho Miguel Bosé, en un cariñoso mensaje de despedida, le pidió que diera un beso a Bimba Bosé, fallecida hace poco más de cuatro meses, cuando se encontrase con ella.