El diestro salió de la plaza de toros a hombros por la Puerta Grande tras una jornada en la que pudo despedirse de su gran pasión.
Después de siete largos años retirado de los ruedos, Jesulín de Ubrique volvía con más fuerza que nunca durante la tarde del pasado 19 de agosto para despedirse definitivamente del mundo del toreo. Lo hacía en Cuenca, lugar escogido para volver a torear compartiendo cartel con dos de los grandes: Juan José Padilla y Miguel Abellán. Se esperaba que Cayetano Rivera pudiese acompañarle, pero finalmente no ha podido estar por una lesión que padece en las costillas y que le impide torear.
El diestro salió a la plaza ataviado con un traje de luces de color azul, se santiguó mirando al cielo antes de comenzar, y llevó a cabo su faena. Al primer toro de la tarde le ha cortado las dos orejas, ante la ovación del público que allí se encontraba, y después de la jornada los tres toreros han salido a hombros por la Puerta Grande.Después de la corrida de toros, Jesulín de Ubrique ha hablado con los medios de comunicación con una rueda de prensa en la que aseguró haberse preparado "a conciencia" para darlo todo de sí mismo en la plaza. A pesar de haber sido una vuelta triunfal, momentos antes de entrar en la plaza Jesulín contaba a EFE que, a pesar de que el "toro nunca envejece", él ya tiene "una edad". Además, contestó a todo aquel que le acusa de regresar por motivos económicos, explicando que si hubiera sido por dinero "habría vuelto hace años". "Lo hago porque simplemente me apetece, porque quiero hacerlo", finalizaba.
La ausencia de María José Campanario
A pesar de que horas antes de entrar en la plaza de toros se apuntaba a que María José Campanario iba a estar presente, finalmente la odontóloga permaneció ausente. No es de extrañar que la mujer de Jesulín haya preferido apoyarle desde la lejanía, pues aunque haya viajado con él a Cuenca, prefiere mantenerse al margen y esperar a que todo salga bien desde otro punto de la ciudad.
A pesar de su ausencia durante la corrida de toros de su marido, Campanario sí que estuvo presente horas más tarde, cuando todo había finalizado. Radiante, con una gran sonrisa en la boca y recuperándose de la fibromialgia que padece, Campanario posó junto a Jesulín ante los medios de comunicación.