A base de talento, trabajo y títulos, Tony Parker ha sido capaz de instalarse en la élite de la NBA, la mejor liga de baloncesto del mundo y un sueño para muchos de los que se dedican a esto, pero no al alcance de todos. A sus 36 años, Parker ya es toda una leyenda de este deporte tanto en Francia como en Estados Unidos y, es que, sus cuatro anillos de campeón de la NBA con los San Antonio Spurs dejan un palmarés del más alto nivel. Estos logros le han servido también para llevarse importantes reconocimientos individuales, como sus seis participaciones en el All Star o su MVP de las finales de la NBA en 2007, entre otros.
Su calidad y capacidad de liderazgo han iluminado en numerosas ocasiones a la selección francesa en grandes citas. Muy recordada es su medalla de oro conseguida en el Eurobasket de 2013, primera en la historia de Francia, o las otras tres obtenidas en este mismo campeonato, una de plata y dos de bronce. Parker es, sin duda, un símbolo del baloncesto francés que, tras su larga trayectoria, continúa atravesando una de las mejores etapas de su carrera deportiva. Sus éxitos con los Spurs lo han mantenido en lo más alto del baloncesto internacional desde hace años.
Pero no todo ha sido un camino de rosas en la vida de este jugador nacido en Bélgica pero criado en Francia. Paralelo a su exitosa carrera profesional, se esconden también varios momentos duros e, incluso, escandalosos que lo han situado en el ojo del huracán en más de una ocasión. Estas son las tres polémicas que han marcado la vida de Tony Parker.
El polémico divorcio de Eva Longoria
Después de siete años de relación, el amor entre Tony Parker y la actriz Eva Longoria llegó a su fin en 2010 entre rumores de infidelidad por parte del jugador francés. La expareja celebró su compromiso en julio de 2007 en una multitudinaria boda de ensueño que tuvo como escenario la iglesia parisina de Saint-Germain-l'Auxerrois, más conocida como la capilla de los reyes de Francia, y la posterior fiesta fue celebrada en el castillo de Vaux-le-Vicomte.
El matrimonio parecía de cuento de hadas, todo apuntaba a que la vida en pareja iba viento en popa. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Tres años les duró el amor conyugal hasta que Parker decidió acabar con él o, más bien, fue la tecnología la encargada de sacar a la luz los trapos sucios del jugador. La también modelo interpuso una demanda de divorcio contra su por aquel entonces marido en noviembre de 2010, después de haberle encontrado cientos de mensajes comprometedores en su teléfono móvil. Poco después se reveló que el remitente era Erin Barry, la mujer de Brent Barry, compañero de equipo de Parker en ese momento.
Al francés no le quedó otro remedio que aceptar ese intercambio de mensajes aunque, mediante fuentes cercanas, aseguró que nunca había habido ningún contacto sentimental entre ellos. Longoria quedó devastada, sobre todo teniendo en cuenta la gran amistad que les unía a los Barry, y, aun así, quiso sacar a la luz la verdad sobre su separación a través de su amigo y presentador del programa de televisión 'Extra', Mario López.
Pero esta no fue la única vez que el base de los Spurs le fue infiel a su exmujer. Al poco de casarse, Longoria le descubrió otro engaño con una mujer a través de Facebook, pero todo el embrollo no pasó a mayores y la intérprete continuó apareciendo en eventos junto al baloncestista e, incluso, acudió a animarlo sobre la pista en los partidos de su equipo.
Los mensajes picantes a una modelo británica
El bueno de Parker no sale de una y ya se está metiendo en otra, y es que las mujeres parecen ser su debilidad. A los pocos días de recibir la demanda de divorcio por parte de Eva Longoria, fue otro escándalo el que salpicó la, hasta ese entonces, tranquila vida del jugador francés. Por lo visto, engañar a su exmujer con Erin Barry no fue suficiente para Parker, que añadió otra mujer más a su lista de conquistas amorosas.
Tal y como pudo saber el diario The Sun, Parker estuvo mandando mensajes subidos de tono a la modelo inglesa Sophia Egeler, que en ese momento tenía 19 años. Según ella, se conocieron en un concurso de lucha en Londres y desde el primer momento el francés intentó seducirla y no dejó de decirle lo mucho que le gustaba. Después del combate se fueron juntos al reservado del club nocturno Whisky Mist. Entorno a la una de la madrugada la joven quiso retirarse, pero Parker trató por todos los medios de que se fuera con él a una casa que decía tener en la ciudad, a lo que ella se negó.
A partir de ese momento el francés comenzó a mandarle mensajes picantes e, incluso, llegó a enviarle una fotografía suya medio desnudo acompañada del mensaje: "¿Quieres una más sexy todavía?". En otro de los mensajes decía que iba a ir a verla a Brighton, donde la modelo residía, y al día siguiente se presentó allí. Sin embargo, todo este 'acoso' se acabó tras salir a la luz la noticia del divorcio de Eva Longoria, algo que sorprendió a la joven británica, que no sabía que Tony Parker era su marido.
Un controvertido gesto inadecuado
Una fotografía y un gesto aparentemente inocente volvieron a deshonrar el nombre de la estrella de la NBA. En diciembre de 2013 estuvo de nuevo en el punto de todas las miradas al filtrarse una antigua imagen suya en la que aparece realizando un gesto llamado 'quenelle', que conlleva un significado racista o antisemita, según el gobierno de su país. En la instantánea Parker sale junto a Dieudonné, un cómico galo que popularizó el gesto en los años 90, en contraposición al brazo en alto. Dicha postura consiste en estirar un brazo hacia abajo mientras que el otro cruza el hombro apoyado en el pecho y es considerada por muchos como antisemita.
La organización judía de derechos humanos Simon Wiesenthal Center pidió a Parker que se disculpara por fotografiarse haciendo un saludo supuestamente nazi. De inmediato el jugador emitió un comunicado a través de los San Antonio Spurs en el que se retractaba por haber posado con ese saludo. En la publicación pidió perdón y aseguró que, pese a que el gesto había formado parte de la cultura francesa durante muchos años, no conocía sus connotaciones negativas hasta ese momento, ya que pensaba que se trataba de algo relacionado con la comedia. Además, afirmó que nunca más lo volvería a repetir y que esperaba que este incidente sirviera para concienciar a la gente de que las cosas que parecen inofensivas pueden tener detrás realmente una historia de odio y sufrimiento.