El músico fue captado por los paparazzis entrando en camilla al hospital acompañado de su mujer.
Nueva susto en el universo Kardashian. Travis Barker, el marido de Kourtney, ha sido hospitalizado de urgencia por motivos que todavía se desconocen. El batería de Blink-182 fue captado por los paparazzis entrando en camilla en el Centro Médico Cedars-Sinai de Los Angeles acompañado de la empresaria, ambos vistiendo una sudadera negra con capucha para pasar desapercibidos.
Tras salir a la luz las imágenes, era su hija Alabama, de 16 años, la que compartía una imagen a través de sus redes sociales en la que salía dando la mano a su padre, todavía tumbado en la camilla, con la que pedía a sus seguidores que "recen una oración" por él. Estas palabras han alarmado todavía más a la espera de que se confirme de forma oficial el motivo de salud que le ha llevado a su hospitalización.
Muchos fans también se alarmaron porque horas antes, a primera hora del propio martes 28 de junio, el propio Travis Barker escribía en su cuenta de Twitter "Que Dios me salve". En cambio y para mantener la calma, otros han relacionado este tuit con el último single de su amigo, el rapero Machine Gun Kelly, prometido de Megan Fox, publicado el pasado mes de marzo.Un mes después de darse el 'sí, quiero'
Este preocupante incidente apenas unos días después de que la pareja celebre su primer mes como marido y mujer. Travis Barker y Kourtney Kardashian hacían oficial su matrimonio el pasado 16 de mayo con una particular 'boda' en Santa Mónica con la única compañía de MJ, madre de Kris Jenner, y el padre del músico. Eso sí, para la ocasión la empresaria se vistió de blanco con un estilismo bastante alejado de las tradicionales novias por el rito católico.10 días más tarde, la pareja volvía a darse el 'sí, quiero' en una boda ya a lo grande en Portofino, Italia, a la que sí asistieron todas sus hermanas así como un reducido grupo de amigos cercanos a la pareja. Un ceremonia, esta vez sí, sin escatimar en gastos con un fin de semana por todo lo alto. Eso sí, un dinero que habría recuperado en gran parte con una acuerdo publicitario -nunca reconocido oficialmente- con la marca italiana Dolce&Gabanna, que no solo vistió a los novios, sino a todos los invitados encargándose también de la decoración del castillo en el que se ofició la boda.