La primogénita del clan Iglesias-Preysler ha reaparecido en el aeropuerto de Miami con un aspecto muy desmejorado.
De todos es sabido que Chábeli Iglesias no es muy adepta a nuestro país pues hace ya un año que no se deja ver por tierras nacionales. La última vez que posó en un 'photocall' español fue en diciembre de 2015 para un acto de la firma Swaroski. Desde entonces, poco o nada se sabía de la primogénita del clan Iglesias-Preysler que, aunque parezca raro, tampoco hace uso de las nuevas tecnologías y no dispone de ningún tipo de red social que permita conocer los derroteros por los que anda la vida de tan exclusivo personaje.
Sin embargo, han llegado imágenes directas desde el aeropuerto de Miami (ciudad en la que reside) en las que se ha podido ver una Chábeli Iglesias que poco o nada tiene que ver con la que vimos hace un año. En esta ocasión, ha aparecido un tanto desmejorada y con algunos kilos de más. El glamour ha brillado por su ausencia y la hija de Julio Iglesias lucía n esta imagen que corre por las redes un look de sport completado por una bufanda de cuadros, unas gafas de sol y una sencilla coleta. Algunos han llegado a plantearse incluso si se trataba o no de Chábeli Iglesias, pues esta no es para nada la imagen a la que nos tiene acostumbrados. Tal y como la propia Chábeli ha afirmado en varias ocasiones, ella no está hecha para la fama, motivo por el que decidió abandonar nuestro país y emprender el sueño americano. Actualmente reside en Miami junto a su marido, el empresario Christian Altaba, y a sus dos hijos, Christian y Sofía. Además, en esta ciudad decidió embarcarse recientemente en un nuevo proyecto empresarial consistente en la restauración de mansiones. Quizá sea el estrés del nuevo proyecto lo que haya llevado a Chábeli a descuidar su aspecto.
Natural y espontánea
Chábeli Iglesias se ha caracterizado siempre por ser una de las más naturales y espontáneas de tan exclusiva familia, junto a alguno de sus hermanos como Julio Jr. o Tamara Falcó. No tuvo problema en reconocer que no había leído ningún libro de Vargas Llosa cuando el escritor peruano comenzó su romance con Isabel Preysler y tampoco se detuvo al reconocer que la relación entre su madre y Ana Boyer era, como poco, tensa desde que saliera a la luz este idilio.