Una de cal y otra de arena. José Ortega Cano está atravesando uno de los momentos más dulces a nivel personal desde que se quedara hundido tras la muerte de su mujer Rocío Jurado. Y ahora que ha rehecho su vida junto a Ana María Aldón e incluso ha vuelto a ser padre -cumpliendo su deseo de tener un hijo biológico-, el torero tiene un juicio que le podría llevar a prisión.
El diestro tendrá que defenderse con todos los argumentos que encuentre para evitar la pena de cuatro años de cárcel que pide la Fiscalía al considerar que Ortega Cano estaba "en condiciones no apropiadas para conducir" debido a la "previa ingestión excesiva de bebidas alcohólicas que le mermaban los reflejos", lo que le hacía conducir de manera "irregular, realizando maniobras arriesgadas para él mismo y los demás usuarios".
José Ortega Cano estuvo al borde de la muerte
Aquel sábado del mes de mayo José Ortega Cano circulaba por la carretera A-8002 que une Sevilla con Castilblanco de los Arroyos cuando, en el kilómetro 28, su coche chocó frontalmente contra el de Carlos Parra, que murió en el acto.
Por su parte, el diestro estuvo debatiéndose entre la vida y la muerte durante varios días. Un mes después recibió el alta y se trasladó a Madrid para comenzar la rehabilitación con Alfonso del Corral, médico del Real Madrid. Poco a poco Ortega Cano fue progresando y mejorando hasta recuperar totalmente la movilidad.
Ahora tendrá que revivir aquella trágica noche para convencer al Juez de que el accidente fue precisamente eso, un accidente, una mala fortuna del destino. Además José Ortega Cano tendrá que evitar los cuatro años de prisión y la retirada del permiso de conducir durante 6 años que pide la Fiscalía, así como salir indemne de los tres delitos que se le acusan: homicidio imprudente, conducción temeraria y otro por circular bajo los efectos del alcohol.