Tras casi un año de luto por la muerte de su mujer, el cantante galés Tom Jones ha decidido darse una oportunidad y empezar una ilusionante relación sentimental con la actriz Priscilla Presley. Últimamente se habían dejado ver juntos en más de una ocasión por las calles de Hollywood, y por fin el representante del intérprete ha confirmado que la pareja llevaba varias semanas saliendo.
Una fuente cercana al artista ha asegurado que Jones ha pasado un año muy duro desde que el pasado mes de abril su mujer Linda falleciera de manera repentina de un cáncer de pulmón. Aunque es demasiado pronto para saber si lo suyo tendrá futuro o no, ambos se están dejando llevar por el cariño que sienten el uno hacia el otro.
El propio Tom Jones ha sido el que ha recurrido a su portavoz para dar más detalles a la prensa sobra la nueva etapa que está viviendo en el plano amoroso con la viuda del 'Rey del rock'. El galés la ha calificado de una mujer maravillosa y, aunque son amigos desde hace años, asegura que últimamente lo han estado pasando muy bien.
La soledad de Jones
Aunque parece haber superado el duro golpe anímico que sufrió tras perder en cuestión de días a su amada esposa, con la que compartió un matrimonio de más de medio siglo, Tom se ha sincerado en una entrevista reciente sobre la sensación de soledad que le invadía constantemente desde que tuvo que acostumbrarse a vivir sin ella.
El incombustible Tom Jones ha recuperado la sonrisa tras enviudar hace casi un año y asegura que la muerte de su esposa fue algo muy repentino y que le costó procesar. Después de haber estado juntos desde niños, de un día para otro todo cambió y le resultaba muy extraño no tenerla cerca y no sabía si sería capaz de seguir adelante sin ella.
Ahora, la soledad de la que se quejaba el cantante la ocupa Priscilla Presley, la eterna viuda de Elvis, con quien estuvo casada entre 1967 y 1973. Por su parte, Tom Jones se casó con Linda en 1957, embarazada de su hijo Mark. Además, el galés tiene otro hijo con la modelo Katherine Berkery, fruto de una de las muchas infidelidades que Linda perdonó a su marido en sus años de matrimonio.