El medallista olímpico Tom Daley y su marido, el guionista Dustin Lance Black, se convirtieron en padres de su primer hijo el miércoles 27 de junio de 2018. La pareja ya anunció que estaba esperando un niño, al que finalmente han puesto el nombre de Robert Ray, en memoria al padre del atleta que falleció en 2011 por culpa de un cáncer cerebral. El bebé ha nacido bajo un proceso de gestación subrogada, algo común y legal en Estados Unidos.
Daley comentó a The Times que no conocían cuál de los dos padres era el que había puesto la materia prima necesaria para que aflorara la vida. "Encontramos a una donante de óvulos y nosotros donamos el esperma. Utilizamos el de cada uno para fertilizar la mitad de los óvulos, y luego implantamos los embriones de un niño y una niña, pero no sabemos cuál es de quién. La próxima vez lo haremos al revés. Nuestra donante es una mujer maravillosa, cariñosa y muy generosa".
El 6 de mayo de 2017, Lance y Daley se casaron mediante una romántica ceremonia en la que recrearon algunas escenas de 'Romeo y Julieta'. Poco después de un año, el matrimonio ha visto ampliada su familia y de seguro que los tres juntos serán muy felices, ya que la pareja se profesa un amor incondicional. "Tener un marido es una sensación maravillosa, y el nuestro es un matrimonio muy romántico", dijo el saltador de trampolín al citado medio.
Sueño cumplido
Lo cierto es que Daley siempre había deseado tener hijos, incluso antes de conocer al hombre con el que ahora comparte su vida. "Yo siempre había querido casarme y tener hijos, desde mucho antes de conocer a Dustin. Llevo seis años comprando ropa infantil, era algo muy importante para mí", reveló al mencionado periódico. Del mismo modo, confesó que llegó a sentirse mal cuando pensaba que nunca podría tener hijos debido a su condición sexual : "Ser consciente de que a lo mejor nunca podría tener un niño me resultaba muy duro. En una relación heterosexual, lo único que necesitas es una noche de sofá, pizza y vino; pero para las parejas del mismo sexo tener un hijo implica un proceso largo y muy duro ". Por fortuna, el joven ateta ha hecho realidad su sueño y ahora puede disfrutar de una entrañable familia de tres... ¿Para cuándo el próximo?