Tom Cruise es uno de los seguidores de la Cienciología más conocidos. Sin embargo, el portal RadarOnline asegura que antes de ingresar en esta secta, el actor tenía una fuerte convicción católica, tanto que incluso se planteó ingresar en el seminario para hacerse cura.
Tom Cruise estudió un colegio católico, el Sant Francis Seminary School en Ohio. El padre Ric Schneider dice que el actor quedó "enganchado" a la religión católica. "Sus padres estaban en proceso de divorcio y fue algo duro para él. Quizá ésa fue una de las razones por las que él vino aquí", afirma el sacerdote.
Los fuertes principios religiosos del futuro actor también quedan corroborados por un compañero de Cruise en aquella época, Shane Dempler: "Íbamos a misa, pasábamos mucho tiempo en la capilla y disfrutábamos escuchando las historias de los curas", dice Dempler.
Fuera por robar licor
El colega de Cruise, Dempler, recuerda que ambos compartían entusiasmo por la religión... pero también por actitudes impropias de unos futuros curas, ya que según las declaraciones recogidas por las fuentes ya nombradas, ambos aprovechaban cualquier oportunidad para escaparse y fumar y beber alcohol.
Así, en una ocasión en la que los curas estaban en una fiesta, Cruise y su amigo Dempler robaron botellas de licor. Los sacerdotes pillaron a varios estudiantes borrachos y finalmente los autores de la gamberrada tuvieron que confesar lo que habían hecho. Según Dempler, "el colegio envió una carta a nuestros padres diciendo que ambos les gustábamos, pero que preferían que no volviéramos por allí", explica. "Así que técnicamente no fuimos expulsados, sólo preferimos no volver".
Maneras de actor
Sea como sea el resultado de la experiencia de Cruise en ese colegio, lo cierto que fue allí donde comenzó a despuntar como actor. El propio sacerdote Schneider puso en marcha un club de teatro y quedó asombrado por las interpretaciones del joven Tom Cruise.
Pronto la futura estrella de Hollywood "saldría del cascarón", según el cura, y participaría en competiciones con otras instituciones. Ése sería el principio de la carrera de uno de los intérpretes más conocidos de nuestros días.