Este verano, Carmen Cervera y Borja Thyssen lo están disfrutando cada uno por su cuenta. Su único encuentro se produjo el pasado 24 de julio por la celebración del 37 cumpleaños del hijo de la Baronesa, después cada uno pasó sus vacaciones por separado. Madre e hijo han mantenido las distancias este tiempo debido a una serie de reclamaciones del heredero por la colección de arte que su progenitora no ha aceptado. Sin embargo, la reunión familiar habría servido para calmar un poco las agua s.
Cervera visitó Ibiza y Mallorca junto a sus hijas Carmen y Sabina y su sobrino Guillermo Cervera, que se ha convertido en todo un apoyo para ella, tanto en lo personal como en lo profesional. Allí navegaron en el yate Mata Muy y cenaron en el restaurante Flanigan en compañía de unos amigos. Por su parte, Borja Thyssen escogió las islas griegas como destino para veranear junto a su mujer Blanca Cuesta y sus hijos. Después de sus graves problemas con hacienda y la petición de dos años de cárcel que le solicita el fiscal por defraudar medio millón de euros, ha querido relajarse con su familia en el mar Mediterráneo.
En una revista para Chance, la Baronesa Thyssen habló sobre sus hijas y aseguró que a pesar de lo jóvenes que son ya han comenzado a introducirse en el mundo de la pintura . "Pintan como locas, tiene el amor por el arte inculcado desde pequeñas, como Borja lo tuvo de pequeño con la villa favorita", explicó ella misma. También quiso contar que tendrá tiempo para reunirse con sus nietos, que no la llaman abuela, si no Tita. " No me llaman abuela, yo soy Tita, aquí no hay abuelos ", dijo.
Sus próximos negocios
En 2020, el Museo Thyssen abrirá con una colección de pintura catalana en Sant Feliu de Guíxols. "Estoy muy emocionada y me siento muy feliz de estar en este lugar, en una ciudad tan bonita como Sant Feliu de Guíxols a la que siempre he querido venir desde que era muy pequeña. Y mi marido creyó en esta ciudad tan maravillosa", anunció muy emocionada Cervera.
De la misma manera aseguró que el arte español esta infravalorado. "Debo decir que todavía en España no creemos en los pintores maravillosos que hemos tenido, y que tenemos. Hay subastas todavía donde puedo adquirir los cuadros. Los internacionales ya no puedo, porque echan unos precios de locura. Pero en el arte español, catalán, todavía hay cuadros que, cuando los busco, los encuentro y los adquiero, porque creo en esos pintores", añadió