A finales de 2017, Georgina Chapman y Harvey Weinstein anunciaron su separación debido a la condena por delitos sexuales por parte de él. El acuerdo de divorcio se produjo en 2018 con la custodia total de los dos hijos de la pareja para la diseñadora de moda más un montante que oscila entre los 12 y 20 millones de dólares, cantidad desde luego nada desdeñable. Pero ha sido ahora, tres años después cuando oficialmente se puede decir que ambos están separados.
Su relación en ningún momento fue idílica, ni mucho menos, después de que Georgina Chapman tuviera que lidiar con las codenas por violación y agresión sexual de su marido. La actriz pensaba que tenía una relación y vida perfecta junto al cofundador de la productora Miramax, hasta que salto la noticia. Ella afirma no saber nada de estas prácticas de su marido y siempre se refirió a él como un buen padre y un compañero de vida maravilloso y reconoce que fue muy ingenua por no poder verlo a tiempo.
Ahora, a ella solo le importan sus hijos y seguir con su vida a la vez que se apena de todo lo ocurrido: "Mi corazón se rompe por todas las mujeres que han sufrido un dolor tremendo por estas acciones imperdonables. He decidido dejar a mi marido y mi prioridad es cuidar de mis hijos pequeños".
En el último año, se ha visto una Georgina Chapman feliz, radiante, disfrutando junto a su nuevo novio, el actor Adrien Brody. La nueva pareja se conoció en Puerto Rico en abril de 2019, y aunque había rumores, no ha sido hasta los festivales de Tribeca y de Cannes de este año cuando se ha podido confirmar su relación.
La entrada en desgracia de Harvey Weinstein
Desde que se hiciera público sus cargos por violencia y agresión sexual, no son pocos los juicios que tiene todavía pendientes. Por un lado, fue condenado en Nueva York de estos delitos, por las denuncias de dos mujeres, pero son muchas más las que le han acusado, saliendo indemne por errores legales y errores en la investigación policial. Aunque haya apelado su condena, es un hecho que su juicio se hizo viral, como movimiento reivindicativo de las mujeres en contra de este tipo de prácticas machistas. Ahora le quedan juicios pendientes en Los Ángeles, por lo que su condena de 23 años en prisión puede fácilmente ascender.