Galería: La vida de Terelu Campos en imágenes
María Teresa Campos fallecía este pasado año 2023 dejando a la familia sumida en una profunda tristeza. La comunicadora ha dejado un hueco muy grande en todos sus seres queridos y ahora les ha tocado afrontar su primera Navidad sin ella, una fecha muy señalada que ha sido muy complicada para todos. Terelu Campos ha hablado en su blog de Lecturas y ha contado cómo han sido estas fechas tan difíciles :
"La semana pasada os comenté que esta Nochebuena sería la más difícil de mi vida. He necesitado unos días para poder contaros todo lo que viví y cómo me sentí en una noche tan familiar. Cuando las circunstancias de la vida son tristes, es un acontecimiento difícil de vivir. El pasado 24 de diciembre me levanté llorando sin consuelo. Cocinaba y se me caían las lágrimas. Me sentaba en el salón y lloraba ", comenzaba diciendo.
La tristeza inundó a Terelu: "Abría el armario para ver qué me iba a poner esa noche y sollozaba. Así que hubo un momento en que me preocupé y pensé: 'A ver, Terelu, viene gente a cenar a tu casa como ocurre desde hace años, tampoco les vas a dar la noche. Todos estamos aguantando sentimientos y haciendo un ejercicio de contención con el dolor'. Sorprendentemente, cuando llegaron las 20:45 de la noche me sentí más relajada, o sería que ya no tenía más fuerzas para seguir llorando".
La compañía fue fundamental para una noche tan complicada como esa: "Esta Nochebuena la he pasado con Carmen, mi cuñado, mi sobrina, mi exmarido, su pareja, mi hija y su amiga Isa. Ella es otra hija para mí. Este año hablé con mi hermana y le dije que no pensaba cocinar dos pavos como siempre. Luego sobra mucha comida y me da rabia", dice tratando temas algo más banales.
Una gran ausencia
La presentadora ha seguido reflexionando sobre lo vivido: "Durante el día no pude dejar de pensar en la foto que nos hicimos todos el año pasado con mi madre junto al árbol. '¡Qué día más malo tengo!', pensé. Aun así la noche transcurrió con absoluta normalidad. Solo se me quebró la voz y me derrumbé cuando, al final de la cena, brindamos y dije mirando al cielo: 'Por ella'. Fueron solo unos segundos, porque sentí el cariño de todos los que estaban conmigo y compartía el mismo dolor que tienen mi hermana, sus nietas y su 'yerni', como a ella le gustaba llamarle".
"Decidí tirar para adelante y estar tranquila charlando y sin mirar el móvil. Fue infinitamente mejor de lo que pude imaginar. Parece que lo de venir llorada funcionó. Prueba de ello es la fotografía de las cuatro juntas : mi hermana, mi sobrina, Alejandra y yo. Siempre faltará mi madre en esa imagen. El día de Navidad fuimos a casa de mi hermana con Rocío Carrasco, Fidel, mi sobrina y nuestra amiga, Laura Oliver. Fue un día tranquilo sin nada especial", concluía.