María Teresa Campos lleva casi 24 horas ingresada en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, centro médico al que fue trasladada tras encontrarse mareada y haber perdido la visión de un ojo. Allí le diagnosticaron una isquemia cerebral de la que se recupera en la UVI.
Tanto Carmen Borrego como Terelu Campos llegaron rápidamente al hospital nada más ser informadas del ingreso de su madre. La primera ha sido la encargada de pasar la noche en el hospital junto a la presentadora de '¡QTTF!', mientras que la colaboradora de 'Sálvame' ha llegado a primera hora de la mañana.
Desde la puerte del centro médico ha atendido en directo a 'El Programa de Ana Rosa' para dar la última hora sobre el estado de salud de María Teresa Campos, que "ha pasado la noche tranquila".
"Le han hecho una prueba de corazón, un ecocardiograma, que ha dado todo bien. Ahora estamos a la espera de que pase la doctora y de que le repitan el escáner a las dos de la tarde, 24 horas después del primero. Va a ser determinante ", decía Terelu Campos, mucho más tranquila que la noche anterior, pero visiblemente preocupada.
Respecto al estado anímico de María Teresa Campos, su hija ha comentado que "está más inquieta porque quiere moverse, levantarse, cosa que el médico no le permite. Ayer se llevó el susto de su vida, nos llevamos el susto de nuestra vida. Ayer estaba como... no es la palabra contenta... pero decía 'bueno, estoy viva'. Y hoy empieza a inquietarse porque le hemos dicho, y los médicos le han dicho, que es una cosa lenta, que no es una cosa rápida".
¿Ha influido el estado emocional?
Un parte médico esperanzador y ciertamente optimista pero con cautela, puesto que habrá que esperar a ver cómo evoluciona puesto que el ictus podría repetirse en cualquier momento.. " Cuando me dijeron que era un ictus... imagínate... Nosotras estamos a ratos... ".
De lo que no ha querido hablar Terelu Campos es de la posibilidad de que esta patología se haya visto provocada, o al menos comprometida, por motivos emocionales. " No voy a contestar a esa pregunta ", decía muy contudente, antes de dar las gracias por la preocupación social que existe.