María Teresa Campos falleció el día 5 de septiembre después de un breve ingreso hospitalario. La veterana comunicadora llevaba un año complicado en el que su salud se había ido deteriorando a marchas forzadas pero es cierto que el desenlace tan cercano y rápido no lo esperaba nadie. Por desgracia, este doloroso momento y sus hijas, Carmen Borrego y Terelu Campos, son las que más lo están sintiendo.
No han sido fáciles estas semanas en las que hay que irse adaptando a la pérdida de una madre, pues hay que aprender a vivir de nuevo sin tener a esa persona que tanto te ha cuidado toda la vida. Poco a poco, Terelu Campos y Carmen Borrego se han ido reincorporando a su vida, trabajando en diversos programas y tratando de salir adelante tras la pérdida.
Sin embargo, aún les quedaba uno de los pasos más dolorosos cuando se produce una pérdida: vaciar la casa de María Teresa Campos. La revista Semana ha tenido acceso a las fotografías de varios operarios sacando muebles de domicilio de la presentadora, algo que han estado supervisando de primera mano las dos hijas de la fallecida, pues no querrían que nada se lastimara.
A un anticuario
María Teresa Campos se encontraba viviendo de alquiler después de dejar la gran mansión de Molino de la Hoz en la que estuvo viviendo casi toda su vida. Allí se había llevado bastantes muebles porque eran verdaderas reliquias pero ahora que ya no está las hijas habrían decidido que lo mejor es llevar la gran mayoría de estos muebles a un anticuario para los valores y les dé el precio adecuado por ellos.
Al final, son muebles antiguos, muy bonitos, pero que en las casas más modernas de las hijas no terminarían de encajar, por lo que ambas habrían tomado la decisión de que trasladarlos a un anticuario. No cabe la menor duda de que ha tenido que ser una de las decisiones más complicadas, así como un momento doloroso, pues vaciar la casa de una persona fallecida es de lo más doloroso que existe.