Los problemas entre ellos crecieron poco antes del juicio de su hijo, aunque aquí deberán remar juntos.
Una de las últimas veces que Rodolfos Sancho y Silvia Bronchalo se vieron cara a cara fue en noviembre de 2023 en la Corte de Koh Samui, cuando el juez leyó los cargos a Daniel Sancho, ellos estuvieron presentes y se puso fecha al juicio que está en proceso en Tailandia. El primer día del juicio no pudo acudir porque se encontraba indispuesta, tal y como hizo saber su abogada, pero al día siguiente sí acudió y fue vista por los medios.
Ahora se la ha podido ver apoyando a su hijo y eso ha supuesto reencontrarse con Rodolfo Sancho, aunque no sea un plato de buen gusto para ella. Los dos han llegado con veinte minutos de diferencia, así que ha sido en el interior de la sala donde se han visto, sentándose en bancos distintos. Él se ha sentado en la segunda fila, detrás de su hijo y al lado de la traductora, mientras que Silvia Bronchalo ha estado en la última fila con el cónsul español. La sesión ha durado seis horas, pero no se han dirigido la palabra en ningún momento. "No sé si en algún descanso o pasillo habrán hablado, pero yo no he visto a Silvia hablar ni con Rodolfo ni con su hijo Daniel", ha desvelado Beatriz Uriarte, abogada de la familia de Edwin Arrieta.
No hay que olvidar que la tensión aumentó después de ese último encuentro en Tailandia durante noviembre de 2023, porque en febrero ella interpuso una demanda contra el actor por insultos y vejaciones a través de mensajes telefónicos. En ese momento él tuvo que acudir a los juzgados, y llegó a decir muy indignado: "Flaco favor le hace a las mujeres maltratadas". La situación de su hijo les 'une'
Por otro lado, ella hace pocas semanas solicitó un poder notarial para representar a su hijo Daniel, un movimiento que enfadó mucho a su expareja. Con esta decisión, tal y como han informado varias personas de su entorno al programa 'TardeAR', no pretendía retirar a Rodolfo Sancho del caso, sino que lo habría hecho por otros motivos que no han salido a la luz. Para los dos este encuentro se ha traducido también en tensión, pero no solo por verse, sino por la situación de su hijo, que les genera una gran incertidumbre.