De todas ellas, ha habido una que llamó especialmente la atención: la de los 27 años. Remontándonos a aquel 2016 es imposible no recordar el momento en el que Taylor Swift se convirtió en repudiada en las redes sociales después de que Kim Kardashian hiciese pública una llamada de la cantante con Kanye West que la dejaba como una mentirosa. Fue entonces cuando la empresaria le llamó 'víbora' y su cuenta de Instagram se llenó de emojis de la serpiente hasta el punto de desaparecer tanto del mundo real como de las propias redes.
Aún que aquello supuso un momento histórico en lo que al mundo celebrity se refiere, Swift consiguió resurgir de sus cenizas cual Ave Fénix tomando ese insulto y convirtiéndolo en su propia seña de identidad. Su vuelta al foco público fue con un nuevo disco bajo el brazo, 'Reputation', cuyas canciones era mensajes indirectos y zacas sin mesura a todos los que le hicieron daño en los últimos años. Por supuesto, entre todos ellos estaban Kim Kardashian y Kanye West.
La venganza es un plato que se sirve frío delante de 60.000 personas
"El hecho de que tanta gente se uniera a ella me hizo sentir peor que nunca en mi vida, pero no puedo explicar lo mucho que tuve que aguantarme la risa cada vez que mi cobra hinchable de 19 metros llamada Karyn aparecía en el escenario frente a 60.000 fans gritando. Un gira es lo equivalente a responder con una risa a un comentario de odio en Instagram. Estaría bien poder recibir una disculpa de parte de la gente que nos hizo 'bullying', pero quizá todo lo que tendré será la satisfacción de saber que pude sobrevivir a ello". Firmado, Taylor Swirt.