El pasado domingo 12 de febrero tuvo lugar una de las citas musicales más importantes a nivel internacional: la 54 Edición de los Grammy que se celebró en el estadio Staples Center de Los Ángeles.
La artista fue una de las primeras celebrities en desfilar por la 'red carpet'. Con un vestido negro de terciopelo e incrustaciones de cristales, la cantante deslumbró a todos los presentes con un estilo muy sobrio pero elegante. La intérprete de 'Rolling in the deep', que ha arrasado en todas las listas musicales, ganó por Mejor Canción y Mejor Letra de 2011, mientras que el disco '21', el segundo de su carrera, fue reconocido como el Mejor Álbum.
Adele, la gran triunfadora
Una de las que más sorprendió sobre la alfombra roja fue Rihanna, pero no por su estilismo, sino por la delgadez que derrochaba con su vestido de Armani y espalda al descubierto, que si bien lucía sexy, demostraba que ya no es famosa por sus exuberantes curvas.
Katy Perry y Rihanna se fueron de vacio
Katy Perry, fiel a su estilo, acudió con un romántico vestido de Elie Saab repleto de paillettes de la temporada primavera-verano 2012. La intérprete de 'I kissed a girl' no pudo repetir el éxito cosechado el año pasado, y regresó a casa sin ninguno de los dos premios a los que optaba.
Una cita en la que el color negro y el champagne tomaron por completo la alfombra roja, como fue el caso de Taylor Swift. La artista country, que ganó dos gramófonos como 'Mejor Canción Country' y 'Mejor Interpretación Country', sorprendió con un vestido de seda de sirena desnuda en color dorado con incrustaciones de Zuhair Murad.
Este color también fue el elegido por Kelly Osbourne, que brilló gracias a su vestido dorado repleto de lentejuelas y corte asimétrico, pero falló en el tono de su cabello, ya que no resaltaba para nada el precioso 'outfit' que llevaba.
Más acertada estuvo Paris Hilton. La socialité apareció con un vestido muy recatado en blanco y bordados dorados con un escueto cinturón anudado a la cintura, dejando entrever su esbelta figura y enmarcando cintura. Con un elegante recogido, la heredera dio una lección de estilo y sobriedad a la que poco suele acostumbrar.
Nicki Minaj, la más extravagante
Menos acertadas estuvieron otras estrellas, como Fergie, que asistió con un vestido de encaje naranja que no resaltaba para nada su belleza y dejando entrever su ropa interior negra, al igual que Jessie J, embutida en un vestido plateado de corte sirena que no le hacía justicia.
Asimismo, Nicki Minaj, que recordó a la llegada de Lady Gaga a la entrega de premios celebrada el año pasado, apareció vestida al estilo 'Caperucita roja' y en compañía de un sujeto que hacía las veces de Papa. Este atuendo firmado por Versace no pasó desapercibido e inmediatamente las redes sociales comenzaron a comentar este suceso.
Adam Levine, en compañía de su espectacular novia, Kate Beckinsale, Alicia Keys, Kelly Rowland y David Guetta fueron otros de los asistentes a una gala que estuvo marcada por la trágica pérdida de Whitney Houston.