La vida de Taylor Swift se encuentra en plenas reformas. Y ya no solo desde el punto de vista emocional, sino también dando un giro a todo aquello que forma parte de su día a día. Es así como esta joven estrella de la música se ha decantando por dar un cambio renovador y actual a su casa de Los Angeles. Una enorme mansión ubicada en Beverly Hills que adquirió hace poco más de medio año y de cuya decoración parece haberse cansado antes de la cuenta.
Una casa con historia
El deterioro de algunos materiales o lugares específicos del inmueble, provocado por el paso del tiempo, es casi con toda seguridad lo que ha hecho que, de buenas a primeras, Swift se anime a ello. Aunque conociendo la historia que acumula estas "cuatro paredes", no es de extrañar que la estadounidense por fin haya decidido dar un giro a la estética de su vivienda. Fue nada más y nada menos que en 1934 cuando el arquitecto Douglas Honnold decidió construir esta llamativa mansión en la conocida y afamada ciudad de Beverly Hills.
Un inmueble que cuenta con casi 11.000 m2 de superficie y un total de 8.000 m2 de terreno y que lleva regalando a la cantante, desde hace más de seis meses, sus mejores antojos. En total, fueron 23 millones de euros los que la intérprete de 'Shake It Off' desembolsó por trasladarse hasta allí. Una cifra numérica que la convierte en uno de los enclaves más ostentosos de todo Beverly Hills y que puede dar una idea de cómo se forma y caracteriza tanto su exterior como su interior.
Notas clásicas y elegantes en su interior
Fachadas de color blanco y un ya antiguo tejado en verde, que en la realidad presenta un aspecto cubierto con lonas azules, donde se encierran detalles tan curiosos como los de su recibidor. Un estilo clásico que rebosa por sus cuatro esquinas y que permanece dominado por una escalera de caracol en madera, una barandilla dorada, una lámpara de araña y una elegante mesa redonda. Todo ello para conducir tanto a Taylor Swift como a sus invitados a su segundo piso, donde se pueden encontrar sus siete habitaciones y sus diez baños.
Asimismo, dicha mansión también presume de poder contar con una amplia oferta de espacios comunes, tales como un salón con chimenea, terrazas de estilo rústico, una biblioteca, una sala de juegos, una sala de cine, una piscina interior, una sala de estar y un despacho. Cabe destacar que en cuanto a su decoración, los colores neutros y pasteles son los que mayor protagonismo adquieren a lo largo de toda la vivienda, así como una presencia casi absoluta de la madera. Por esta razón, y conociendo los privilegios con los que se puede contar en su interior, es de esperar que sus alrededores den la talla que se merece.
Una entrada decorada con árboles y con el suficiente espacio para guardar los vehículos de sus invitados, grandes zonas verdes, terrazas desde donde se pueden contemplar maravillosas vistas de la ciudad de Los Angeles y una piscina exterior, donde seguramente pase agradables momentos rodeada de amigos y familiares. De esta forma, y teniendo en cuenta los detalles que la identifican, es lógico que Taylor Swift también haya querido otorgar una cierta categoría a la cubierta de esta increíble mansión californiana.
Aunque no parece ser el único inmueble de Taylor Swift dispuesto a cambiar de aires. Por todos es bien sabido que las celebrities no se conforman con tener únicamente un lugar en el que pasar sus días. Muchas veces, su trabajo y sus citas en diferentes ciudades de todo el mundo dan como resultado la necesidad imperial de hacerse con múltiples viviendas, donde descansar cada vez que lo crean oportuno. Éste es el caso de su apartamento en el barrio de Tribeca, ubicado en Nueva York y el cual compró al director Peter Jackson, donde también ha decidido iniciar un plan de obras.
Taylor Swift como vecina: suspensa
Así lo confirmaba hace unas semanas TMZ, asegurando también haber visto a varios operarios sacando las pertenencias de la cantante fuera del inmueble. De esta forma, y teniendo dos de sus casas manga por hombro, Swift se ha visto envuelta en tener que buscar un lugar en el que instalarse durante todo este tipo. De nuevo, el portal de noticias norteamericano ha confirmado que la que un día compartió su vida con el DJ Calvin Harris se traladará, al menos durante un año, a la vivienda de David Aldea, un gran empresario neoyorquino con domicilio en el afamado barrio del SoHo.
No sabemos cómo será la artista en calidad de compañera de piso, aunque más o menos podemos hacernos una idea de cómo es tenerla de vecina. Fue el actor Orlando Bloom quien se encargó, hace año y medio, de dar prueba de ello. ¿De qué manera? Teniéndose que mudarse de casa a causa de las molestias que tanto la propia Taylor Swift como su vida profesional causaban. Ambos vivían en el mismo edificio del barrio Tribeca y, al parecer, los fans y fotógrafos de a pie de calle y sus continuas fiestas con amigos terminaron de hartar al intérprete de 'Piratas del Caribe'.
Así, con un precio de venta de 5,5 millones dólares, es como Bloom consiguió perder de vista a la cantante de 'Bad Blood'. Una serie de comportamientos impropios en un vecindario entre los que se incluían las visitas a sus fiestas de personajes como Selena Gomez, Benyoncé y Jay Z. No sabemos si esta joven artista llegó algún día a invitar al actor de 'El señor de los anillos' a alguna de sus reuniones VIP, pero lo cierto es que seguramente al británico no le hubiera hecho ninguna gracia.
Un nuevo amor a la vista
Sin embargo, esta serie de reformas no son las únicas experimentadas por la cantante en estos últimos meses. Y es que la que se creía una pareja bien compenetrada y con cierto futuro ha terminado, finalmente, por romperse. Así es como se hacía eco la ruptura de esta artista con su entonces pareja Calvin Harris, hace poco más de tres semanas. Un total de 15 meses juntos repletos de abrazos, besos y recuerdos que acaban poniendo un triste punto y final a esta bonita y dulce relación. Al parecer, no hay fuertes motivos que hayan animado a ambas estrellas de la música a tomar esta decisión.
Fue el portal E! quien se encargó de desvelar esa falta de amor que había rodeado a la pareja durante semanas: "No tuvieron ninguna pelea pero su romance ya no tenía más trayectoria". Atrás quedaron las escenas de amor en ambos perfiles sociales y el casi reciente "tengo una relación mágica" de la joven Swift. En dicho medio de comunicación también se dejó claro que fue él quien decidió cortar por lo sano y que, hasta el momento, "mantienen comunicación y Taylor estuvo ahí para Calvin tras su accidente, siéndole de mucha ayuda".
Sea como fuere, lo cierto es que Taylor Swift parece ser una mujer de esas que se desenamoran y enamoran rápidamente. Sus últimas imágenes, acompañada del actor Tom Hiddlton, dan prueba de ello. Y es que, si hace solo unas semanas conocíamos la ruptura con su ya expareja Calvin Harris, ahora las noticias de un nuevo romance saltan a la vista de todos. Porque no es que Swift y Hiddleton haya querido llevar este inicio amoroso en secreto, en absoluto. Ya han sido varias las ocasiones que se les ha podido ver juntos y acaramelados: en un concierto de Selena Gomez, en Nashville cogidos de la mano, de viaje en Roma... ¿Será éste quien conquiste definitivamente el corazón de la cantante?